Ya no podemos seguir echando la culpa de nuestra adicción a los demás, a los lugares ni a las cosas. Tenemos que afrontar nuestros propios problemas y nuestros sentimientos.
_-Texto Básico, Capítulo tres: «¿Por qué estamos aquí?»_
Cuando consumíamos, la negación nos impedía reconocer el papel que teníamos en nuestra propia destrucción. Culpábamos de nuestro consumo de drogas a nuestras circunstancias o a las personas que nos rodeaban. De vez en cuando, vislumbrábamos cierta claridad por las grietas de nuestra negación. Una voz silenciosa interna nos decía: «Si sigues haciendo lo que haces, seguirás teniendo lo que tienes». Cuando nos topamos con las reuniones de NA, el autoengaño ya era algo natural. Puede que estuviéramos tan acostumbrados a echarles la culpa a los demás que nos costó mucho darnos cuenta de esta forma de pensar y más aún ser plenamente conscientes de sus consecuencias.
El inventario personal nos ayuda a comprender nuestro sentido de la realidad distorsionado. Averiguamos, ni más ni menos, cuál fue nuestro papel y asumimos la responsabilidad. Sí, es posible que en ocasiones hayamos sido crueles a propósito. Aunque con la misma frecuencia nuestras intenciones eran buenas o por lo menos muy humanas. Intentábamos arrancarle a un mundo inestable cierta sensación de seguridad y sentido, nos poníamos en situación de que nos hicieran daño o nos enganchábamos a los demás con la esperanza de que nos salvaran de nosotros mismos. Entender nuestros patrones de conducta y pensamiento nos ayuda a reconocerlos cuando reaparecen, como suele suceder.
Algunos somos supervivientes de traumas indescriptibles. Tenemos heridas emocionales reales causadas por combates en guerras, agresiones físicas o sexuales, desastres naturales o pobreza extrema. No tenemos la culpa de esas experiencias horribles. Buscamos la manera de abordar nuestros traumas a nuestro propio ritmo, muchas veces con ayuda de recursos ajenos a NA. Nuestra responsabilidad empieza cuando los Pasos ponen al descubierto una necesidad de trabajar más. La auténtica sanación requiere valor y constancia.
La recuperación nos da la oportunidad de conocernos a nosotros mismos, responder a nuestra conciencia y reconocer nuestro papel en lugar de echar la culpa a fuerzas ajenas a nosotros. Asumimos la responsabilidad y recogemos las recompensas que se obtienen al hacernos cargo de nuestros actos: ser capaces de sentir toda la gama de emociones humanas y estar listos para afrontar la vida tal cual es.
—————————————————————
_*Hoy no me esconderé detrás de la enfermedad de la adicción, ni les echaré la culpa a quienes me rodean. Practicaré la responsabilidad aceptando mi papel en el problema y mi participación en la solución.*_
Copyright © 2024 by Narcotics Anonymous World Services, Inc. All Rights Reserved