Permitir que tanto nuestra pareja como nosotros mismos tengamos autonomía personal significa que podemos crecer y cambiar a nuestro ritmo…
-Vivir limpios, Capítulo cinco, «Las relaciones sentimentales: El valor de confiar»
Ser miembros de NA nos da muchas oportunidades de aprender sobre las relaciones, para la mayoría, eso empieza con un padrino y un grupo habitual; ambos nos dan lecciones de autonomía. A fin de cuentas, todo padrino de NA a la larga tiene la oportunidad de decirle a su ahijado: «Bueno, igualmente vas a hacer lo que quieras, así que…». Nos lo diga con afectuosa aceptación o con frustrado sarcasmo, o con una mezcla de ambos, es su manera de afirmar que somos los responsables de nuestra propia recuperación (Y de las consecuencias). Cuando estemos preparados, cambiaremos. Y, como solemos decir, puede significar también que, cuando hayamos sufrido bastante, cambiaremos.
Lo mismo es válido para nuestros grupos. Nos ofrecemos mutuamente experiencia, fortaleza y esperanza; la decisión de aceptar lo que nos ofrecen depende de cada uno a nivel personal. «Sinceramente, estaba cada vez más cansada de que un miembro de mi grupo habitual compartiera una y otra vez lo mismo -explicó una compañera-. Me cansé de que eso me molestara, así que lo dejé estar y tomé distancia. Al cabo de unos meses el compañero había hecho un gran progreso y empezó a cambiar. Hoy somos muy amigos. ¡Me alegro de no haber tenido que esperar a su progreso para sentirme mejor!».
La capacidad de avanzar a nuestro ritmo y permitir que los demás también lo hagan es muy valiosa, incluso en las relaciones sentimentales. El hecho de no estar al cien por ciento de acuerdo en todo con nuestro cónyuge o nuestra pareja, esté o no en recuperación, es signo de una relación franca. Es lógico sentirnos incómodos cuando en nuestras relaciones tenemos diferencias de opinión, de valores o no estamos dispuestos a poner en práctica ciertos principios de la misma manera, Practicar la autonomía significa que sabemos a qué debemos aferrarnos y qué tenemos que soltar, Si la respuesta a eso no es tan evidente, podemos recurrir a nuestro grupo o a nuestro padrino para que nos oriente.
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Practicaré la autonomía asumiendo la responsabilidad de mi propia vida y dando espacio a los demás para que hagan lo mismo.
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