«De acuerdo con los principios de la recuperación, tratamos de no juzgar, poner etiquetas ni moralizar.»
_Texto Básico, p. 13_
¿Cuántas veces en recuperación hemos malinterpretado el comportamiento de otro, formulado un juicio precipitado, puesto una etiqueta y encasillado completamente a un individuo? Quizás tenían un concepto de un Poder Superior diferente del nuestro, por lo tanto llegamos a la conclusión de que sus creencias no eran espirituales. O tal vez vimos a una pareja discutir y dimos por sentado que era una relación enfermiza, aunque más adelante descubrimos que el matrimonio había tenido éxito durante muchos años.
Encasillar irreflexivamente a nuestros compañeros nos ahorra el esfuerzo de tener que conocerlos. Cada vez que juzgamos el comportamiento de otro, dejamos de verlo como un posible amigo y compañero de viaje en el camino de la recuperación.
Si se nos ocurriera preguntar a las personas a las que juzgamos si les gusta que las etiqueten, nos responderían con un sonoro «no». Si nos lo hicieran a nosotros, ¿no nos sentiríamos subestimados? Claro que sí. Así como queremos que los demás vean nuestras mejores cualidades, nuestros compañeros adictos también quieren ser bien considerados. Nuestro programa de recuperación nos pide que veamos la vida positivamente. Cuanto más atención prestemos a las cualidades de los demás, más las veremos en nosotros.
*Sólo por Hoy:*
Descartaré mis críticas negativas a los demás y me centraré, en cambio, en apreciar las cualidades favorables de todos.
_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_
Complementación
Queremos que el lugar en el que nos recuperamos sea seguro y esté libre de influencias externas. Para la protección de la confraternidad, insistimos en que no se traiga a las reuniones droga alguna ni material relacionado con la misma.
Dentro de la confraternidad, nos sentimos en la más plena libertad para expresarnos porque no tenemos ningún vínculo con la policía. Nuestras reuniones tienen un ambiente de identificación. De acuerdo con los principios de la recuperación, tratamos de no juzgar, poner etiquetas ni moralizar. Nadie nos reclutó y ser miembro es gratis. NA no ofrece asesoramiento ni servicios sociales.
Nuestras reuniones son un proceso de identificación, esperanza y participación. El corazón de NA late cuando dos adictos comparten su recuperación. Lo que hacemos se convierte en realidad cuando lo compartimos y .…en las reuniones habituales todo esto sucede en mayor escala. Una reunión tiene lugar cuando dos o más adictos se encuentran para ayudarse mutuamente a mantenerse limpios.
Al principio de la reunión leemos literatura de NA que está a disposición de todos. Algunas reuniones tienen oradores, discusiones sobre un tema o ambas cosas a la vez. Las reuniones cerradas son sólo para adictos o para aquellos que crean tener un problema con las drogas. Las reuniones abiertas acogen a toda persona que desee conocer nuestra confraternidad. El ambiente de recuperación se protege por medio de las Doce Tradiciones. Nos autofinanciamos completamente con las contribuciones voluntarias de nuestros miembros. Independientemente del lugar donde se realicen nuestras reuniones, no estamos afiliados a ninguna organización. Las reuniones proporcionan un lugar para estar con otros adictos. Lo único que hace falta para celebrarlas son dos adictos que se interesen y compartan.
Texto Básico pag 13