«A medida que dejamos de ser egocéntricos y nos centramos en Dios, nuestra desesperación se transforma en esperanza.»
_Texto Básico, p. 110_
¡Qué maravilla tener esperanza! Antes de llegar a Narcóticos Anónimos, muchos vivíamos en la desesperación total. Creíamos que estábamos destinados a morir a causa de nuestra enfermedad. Muchos miembros mencionan que durante los primeros meses en el programa estaban en una «nube rosa». Hemos dejado de consumir, tenemos nuevos amigos y la vida parece prometedora. Las cosas van de maravilla. En aquel momento la realidad entra en escena. La vida sigue siendo la vida: aún perdemos empleos, nuestras parejas todavía nos abandonan, nuestros amigos mueren, seguimos enfermándonos. La abstinencia no garantiza que la vida salga siempre como queramos.
Cuando la realidad de la vida tal cual es se impone, nos volvemos hacia nuestro Poder Superior y recordamos que la vida es así. Pero pase lo que pase en nuestra recuperación, no tenemos que desesperarnos porque siempre hay esperanza. La esperanza se basa en nuestra relación con un Poder Superior.
Esta relación, tal como lo expresa la idea de nuestro texto, se desarrolla con el tiempo: gradualmente nos centramos más en Dios. En la medida en que dependamos cada vez más de la fortaleza de nuestro Poder Superior, los problemas de la vida no tienen por qué arrastrarnos a un mar de desesperación. Cuanto más nos centramos en Dios, menos nos centramos en nosotros mismos.
*Sólo Por Hoy:*
Dependeré de mi Poder Superior.
Aceptaré que, pase lo que pase, mi Poder Superior me brindará los recursos para vivir con ello.
_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)._
Complementación
Podemos acceder a nuestro Poder Superior en cualquier momento. Cuando le pedimos que nos haga conocer su voluntad para con nosotros, recibimos su orientación. A medida que dejamos de ser egocéntricos y nos centramos en Dios, nuestra desesperación se transforma en esperanza. El cambio también trae consigo una gran fuente de temor: lo desconocido. Nuestro Poder Superior es la fuente de valor que necesitamos para enfrentar este miedo.
Algunas cosas debemos aceptarlas, otras, podemos cambiarlas. La sabiduría para reconocer la diferencia llega con el crecimiento en nuestro programa espiritual. Si cuidamos de nuestra condición espiritual a diario, vemos que es más fácil tratar con el dolor y la confusión. Esta es la estabilidad emocional que tanta falta nos hacía. Con la ayuda de nuestro Poder Superior, no tenemos por qué volver a consumir.
Cualquier adicto limpio es un milagro. Mantenemos este milagro vivo con actitudes positivas en un proceso continuo de recuperación. Si al cabo de un tiempo tenemos dificultades con nuestra recuperación, es probable que hayamos dejado de hacer una o varias de las cosas que nos ayudaban al principio.
Texto Básico pag 110