Tenemos un mensaje de esperanza que trasmitir. Es un don y una obligación.
_-Vivir limpios, Capítulo dos, «El contacto con los demás»_
Después de un tiempo en NA, la familia o los amigos siempre acaban por preguntarnos: «¿cuánto tiempo tienes que seguir yendo a esas reuniones?». Puede que hasta nosotros mismos nos hayamos hecho la misma pregunta. Y entonces tenemos la suerte de ver a un ahijado que justo está trabajando el Segundo Paso que se plantea la idea de mantenerse limpio, solo por hoy, durante el resto de su vida
Uno de los primeros dones que recibimos en NA es la esperanza, que seguimos ofreciendo a los recién llegados, aunque se acumulen otros dones a nuestro alrededor, NA solo promete librarnos de la adicción activa. Esa libertad permite que la mayoría de nosotros consigamos mucho más: relaciones saneadas, autoestima, posibilidad de trabajar, confianza, capacidad de amar y ser amados, seguridad económica. Cuando tenemos la vida, el corazón, la cuenta bancaria y el estómago más llenos, puede que nos demos cuenta de que vamos un poco menos a las reuniones. En algunos casos, hasta podríamos considerar que tenemos una vida tan buena que ni siquiera necesitamos reuniones.
Lo decimos una y otra vez: «Solo podemos conservar lo que tenemos si lo compartimos». Cuanto más compartamos nuestra experiencia con los demás, con más frecuencia nos acordaremos de la esperanza que encontramos en NA. «Necesito explicar a muchos recién llegados lo que me funcionó cuando sentía que el dolor me quemaba por dentro —compartió un miembro—, para que cuando empiece a sentir otra vez olor a quemado, haya alguien que me recuerde cómo apagar el fuego».
Nuestra primera fuente de esperanza fue empezar a estar limpios y, a medida que seguimos limpios y trabajamos los Pasos, vimos que muchas otras esperanzas se hacían realidad. Compartir nuestra esperanza con otros adictos es una deuda que tenemos con nosotros mismos y con los demás. Explicamos cómo superamos nuestras dificultades y cómo logramos nuestros éxitos. Compartimos no solo para dar un poco de esperanza, sino también para mantenerla nosotros.
_*Para mantener viva mi esperanza, seguiré compartiendo cómo es vivir limpio hoy. Comparto mi esperanza desinteresadamente con los demás porque sé que siempre tendré un lugar al que acudir cuando necesite que alguien comparta su esperanza conmigo*_
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