«Al buscar un padrino o madrina, la mayoría de los miembros procuran encontrar una persona de la que puedan aprender a confiar, que parezca compasiva…»
_IP Nº 11, El padrinazgo, Revisado_
La idea del padrinazgo puede resultarnos nueva. Hemos pasado muchos años sin rumbo, dependiendo sólo de nuestro egoísmo, sospechando de todos y sin confiar en nadie. Ahora que estamos aprendiendo a vivir en recuperación, nos damos cuenta de que necesitamos ayuda. Ya no podemos hacerlo solos; debemos arriesgarnos a confiar en otro ser humano. Con frecuencia, la primera persona con la que corremos este riesgo es nuestro padrino o madrina, alguien a quien respetamos, con quien nos identificamos y en quien tenemos razones para confiar.
A medida que nos abrimos a nuestro padrino, crece un vínculo entre ambos. Revelamos nuestros secretos y aumenta la confianza en su discreción. Compartimos nuestras preocupaciones y aprendemos a valorar su experiencia. Compartimos nuestro sufrimiento y recibimos comprensión. Llegamos a conocernos, respetarnos y querernos el uno al otro. Cuanto más confiamos en la persona que nos apadrina, más aprendemos a confiar en nosotros.
La confianza nos ayuda a alejarnos de una vida de miedo, confusión, recelo y desorientación. Al comienzo, sentimos que es arriesgado confiar en otro adicto. Pero esa confianza es el mismo principio que aplicamos en nuestra relación con un Poder Superior. Sea arriesgada o no, nuestra experiencia nos dice que no podemos prescindir de esa confianza. Y cuanto más nos arriesguemos a confiar en nuestro padrino, más receptivos seremos en nuestra vida.
*Sólo por hoy:*
Quiero crecer y cambiar. Correré el riesgo de confiar en mi padrino y de ver las recompensas de compartir.
_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_
Complementación
¿CÓMO conseguimos un padrino?
Para conseguir un padrino, lo único que tenemos que hacer es pedírselo a alguien. Aunque es sencillo, puede que no sea fácil. A muchos nos da miedo preguntarle a alguien que sea nuestro padrino. Es posible que durante la adicción activa hayamos aprendido a no confiar en nadie, y la idea de pedirle a alguien que nos escuche y nos ayude nos resulte ajena y nos asuste. Sin embargo, la mayoría de nuestros miembros describen el padrinazgo como una parte fundamental de su recuperación. A veces, por fin reunimos el valor y resulta que alguien nos dice que no. Si es así, tenemos que ser constantes, tener fe y tratar de no tomarlo como algo personal. Probablemente las razones de la otra persona no tengan nada que ver con nosotros: a lo mejor está muy ocupada, tiene muchos ahijados está pasando por un momento difícil. En ese caso, tenemos que reafirmar nuestra fe y pedírselo a otra persona.
[Cuando elegí a mi madrina, parecía una. ¿Hacemos un buen equipo? ¿Cuáles son tus expectativas y cuáles son las mías? Buscaba una persona receptiva con la que me sintiera cómoda para hablar.]
El mejor lugar para buscar un padrino es una reunión de NA. También puede buscarse en otros eventos, como reuniones de servicio y convenciones. Al buscar un padrino o madrina, la mayoría de los miembros procuran encontrar una persona de la que puedan aprender a confiar, que parezca compasiva y participe activamente en el programa. La mayoría, especialmente los miembros nuevos en NA, considera importante que el padrino lleve más tiempo limpio que ellos.
Una buena regla general es buscar alguien con experiencias similares con quien podamos identificarnos con respecto a nuestros esfuerzos y logros. Para la mayoría, un padrino o madrina del mismo sexo facilita la identificación y ayuda a que nos sintamos más seguros en la relación. Algunos creen que la igualdad de sexos no tiene por qué ser un factor determinante. Somos libres de elegir nuestro padrino o madrina. Sin embargo, se sugiere firmemente que evitemos entrar en una relación de padrinazgo que pueda desembocar en atracción sexual. Ese tipo de atracción puede distraernos de la naturaleza del padrinazgo e interferir en nuestra capacidad de compartir honestamente entre ambas partes.
[Cuando empecé a estar limpio, me sentía inseguro, solo y estaba dispuesto a hacer lo que fuera para encontrar un poco de consuelo y compañía. Mi tendencia natural era satisfacer esos deseos en lugar de concentrarme en lo que debía hacer: sentar una base para mi recuperación. Gracias a Dios que me encontré con miembros que me apoyaron y no se aprovecharon de mí en esos primeros tiempos de recuperación.]
A veces los miembros se preguntan si está bien tener más de un padrino. Aunque algunos adictos eligen esta posibilidad, la mayoría pone reparos y explica que tener más de un padrino podría tentarla a manipular para recibir las respuestas o la orientación que quiere.
Ip. N°11, El padrinazgo, Revisado.