Incluso tras muchos años limpios, separar y conciliar lo que tenemos en el corazón y lo que tenemos en la cabeza no surge automáticamente. Necesitamos un par de ojos extra, un oyente bondadoso y atento que nos ayude a ordenar las ideas.
Vivir limpios, Capitulo cinco
«Las relaciones sentimentales: Qué pedimos»
Nuestra relación con otros adictos de NA puede enseñarnos mucho sobre cómo practicar el concepto de cuidado en la manera de relacionarnos con la gente en nuestra vida. Cuando llegamos aquí, la mayoría tenemos ideas distorsionadas sobre el modo de demostrar amor, amabilidad o preocupación por los demás. Independientemente de los hábitos o complejos con los que llegamos, la recuperación mejora nuestra capacidad de cuidar y que nos cuiden,
Tener un padrino nos enseña a dejar que otras personas se interesen por nosotros y nos cuiden. Cuando encontramos un padrino o madrina que nos va bien, enseguida tenemos la oportunidad de ver la autenticidad y la generosidad que se describe en la cita del encabezamiento. Por lo general, un padrino es capaz de equilibrar la compasión con la honestidad cuando nos ayuda a conciliar lo que tenemos en la cabeza con lo que tenemos en el corazón. Llegamos a conocer lo que es no tener el control de cómo otra persona nos demuestra su cariño, cosa que puede ser sorprendentemente liberadora. Aceptar la ayuda que nos ofrecen los demás, cada uno a su manera, es una práctica que podemos aplicar a todas nuestras relaciones,
De igual modo, demostrar nuestra preocupación por los recién llegados o los ahijados nos enseña a practicar el cuidado como principio espiritual. En el fondo, sabemos de verdad que queremos que los demás sientan la esperanza y la libertad que nos ha dado NA. Cuidar a los miembros nuevos nos ayuda a escuchar con atención y a compartir luego nuestra correspondiente experiencia. Aprendemos a hacer lo que nos toca y a dejar los resultados en manos de un poder más grande que nosotros. En lugar de llenar todas las pausas de una conversación con nuestras opiniones, ponemos en práctica nuestra aptitud para escuchar con interés y atención.
Estas lecciones mejoran profundamente nuestra capacidad de desarrollar y mantener relaciones afectuosas. Dejamos que la gente pueda apoyarnos y se lo devolvemos de la misma manera.
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_*Cuidar y dejarme cuidar es una habilidad que puedo mejorar constantemente. Practicaré para saber escuchar con interés y atención en mis relaciones.*_
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