«No importa el tiempo que llevemos limpios, debemos practicar lo que aprendemos o lo perderemos.»
_Texto Básico, p. 97_
Después de llevar cierto tiempo limpios, algunos tenemos tendencia a olvidar nuestra prioridad más importante. Una vez por semana, o menos, decimos: «Esta noche tengo que ir a una reunión. Hace ya…». Hemos estado ocupados con otras cosas, sin duda importantes, pero no más que nuestra participación continua en Narcóticos Anónimos.
Sucede poco a poco. Encontramos trabajo. Nos reencontramos con nuestra familia. Criamos hijos, el perro está enfermo, o estudiamos de noche. Hay que limpiar la casa, cortar el césped. Tenemos que trabajar hasta tarde. Estamos cansados. Esta noche dan una buena película. Y de repente nos damos cuenta de que hace tiempo no llamamos a nuestro padrino, no asistimos a una reunión, no hablamos con un recién llegado ni con Dios.
¿Qué hacemos entonces? Pues bien, o renovamos nuestro compromiso con la recuperación, o seguimos demasiado ocupados para recuperarnos hasta que pase algo que vuelva ingobernable nuestra vida. ¡Toda una elección! La mejor apuesta es dedicar más energía al mantenimiento de los cimientos de nuestra recuperación, sobre los que se basa nuestra vida. Estos cimientos hacen posible todo lo demás, que sin duda se desmoronará si estamos demasiado ocupados con otras cosas.
*Sólo por hoy:*
No puedo darme el lujo de estar demasiado ocupado para recuperarme.
Hoy haré algo que sostenga mi recuperación.
_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_
Complementación
Cuando trabajamos el programa, vivimos cotidianamente los pasos,… cosa que nos proporciona experiencia para aplicar los principios espirituales. La experiencia que obtenemos con el tiempo, nos ayuda a continuar nuestra recuperación. No importa el tiempo que llevemos limpios, debemos practicar lo que aprendemos o lo perderemos. A la larga descubrimos que debemos ser honestos o volveremos a consumir. Rezamos para tener buena voluntad y humildad, y terminamos siendo honestos para reconocer nuestros juicios equivocados y nuestras malas decisiones. Les decimos a aquellos a quienes hemos hecho daño que fue culpa nuestra y hacemos las reparaciones necesarias. Volvemos a ocuparnos de las soluciones. Estamos trabajando el programa; …ahora nos resulta más fácil hacerlo. Sabemos que los pasos ayudan a prevenir una recaída.
Los que recaen también pueden caer en otra trampa. Quizás dudemos de que podamos dejar de consumir y mantenernos limpios. Solos, nunca podremos. «¡No Puedo!», gritamos frustrados. Al volver al programa, nos castigamos …imaginándonos que nuestros compañeros no respetarán el valor que hace falta para regresar. Hemos aprendido a tener un respeto muy grande por este tipo de valor y …lo aplaudimos de todo corazón. Recaer no es una vergüenza; la vergüenza es no regresar. Debemos destruir la ilusión de que lo podemos hacer solos.
Cuando estar limpios no es la prioridad número uno, puede producirse otro tipo de recaída. Mantenernos limpios siempre debe ser lo más importante. En nuestra recuperación, todos pasamos a veces por dificultades. Las recaídas emocionales se producen cuando no practicamos lo que hemos aprendido. Los que logran superar estos momentos demuestran un valor que no parece propio. Después de atravesar uno de estos períodos, constatamos fácilmente que el momento más oscuro de la noche precede siempre al amanecer. Cuando conseguimos superar limpios un momento difícil, recibimos una herramienta de recuperación que podemos utilizar una y otra vez.
Texto Básico pag 97