Tener un diálogo honesto y abierto con nuestro padrino o madrina nos aporta un nuevo nivel de confianza. A medida que experimentamos intimidad en esa relación, aumenta nuestra capacidad de tenerla con nuestra pareja y los demás.
_-Vivir limpios, Capítulo cuatro, «El sexo»_
Cuando se trata de nuestra experiencia con las relaciones, es imposible meter a todos los adictos en recuperación en el mismo saco. Afirmar que todos estamos dañados de forma permanente, que nunca hemos tenido una relación sana ni experimentado la intimidad es una exageración. Lo que podemos decir es que la mayoría nos bloqueamos cuando llegamos a NA. Llevamos cicatrices de relaciones insanas. Muchos tenemos la certeza de que mantener una relación sentimental o ser los padres o las madres que nuestros hijos e hijas se merecen (y viceversa) es imposible, teniendo en cuenta las heridas y el caos que hemos causado. No queremos acercarnos demasiado a nadie por miedo al rechazo. ¿Confiar en la gente? ¿Ser honestos sobre nuestros sentimientos? De ninguna manera.
Si la intimidad es un principio espiritual que valoramos y una cualidad que nos gustaría tener en nuestras relaciones, entonces tenemos que practicarla. Debemos rendirnos al aprendizaje de nuevas habilidades y al perfeccionamiento de las que ya tenemos: ser honestos, compartir sentimientos, responsabilizarnos de nuestro papel, escuchar lo que nos dicen, integrarlo en nuestro comportamiento y aceptar en qué punto de su crecimiento está nuestra pareja. Lo ideal es que las relaciones que forjamos en NA nos permitan explorar la intimidad con otros adictos en recuperación que se esfuerzan por hacer lo mismo, en un entorno más seguro del que estamos acostumbrados.
Para muchos es la relación con un padrino o una madrina que nos orienta con los Pasos, cosa que nos inspira a conocernos más íntimamente y a experimentar la intimidad con los demás de forma nueva. Sin embargo, este papel no está limitado a nuestro padrino o madrina. A medida que empezamos a abrirnos, es posible que conozcamos muchos compañeros en quienes podemos aprender a confiar.
Como adictos, puede que tengamos cicatrices producidas por intentos anteriores de confiar en los demás, pero no todas las cicatrices son permanentes.
—————————————————————
_*Haré de hoy un día de sanación de mis relaciones pasadas. Y para hacerlo estaré dispuesto a compartir íntimamente con alguien en quien pueda confiar.*_
_(Copyright©2024, NA World Service, All Rights Reserved)_