Aprendemos dónde aplicar nuestra energía para marcar la diferencia y cuándo es mejor soltar las riendas.
_-Vivir limpios, Capítulo tres, «Despertar a la propia espiritualidad»_
La vida durante la adicción activa a muchos nos parecía una batalla: tomar partido ganadores y perdedores, retirarnos con miedo de todo conflicto o intimidar para consegui lo que queríamos. Tenemos tendencia a llevar esta forma de pensar a la recuperación.Algunos nos enfrentamos y desafiamos más de lo que nos comprometemos y escuchamos. «Llevaba un garrote a todas mis relaciones -compartió un compañero-. Me parecía que mi deber era imponer mi punto de vista en todas las discusiones. Elegir mis batallas era escurrir el bulto».
A medida que maduramos en recuperación y examinamos nuestro comportamiento mediante el trabajo de los Pasos, la mayoría descubrimos que en NA «nosotros» en realidad no significa «yo y todos los que están de acuerdo conmigo». Recitar la Oración de la Serenidad en primera persona del plural en nuestros organismos de servicio y er las reuniones de trabajo es introducir en los procesos la capacidad de discernimiento. Pedimos valor, aceptación y sabiduría para guiarnos. En lugar de enfocar las reuniones de servicio como un torneo de gladiadores, nos centramos en cultivar suficiente humildad para apreciarnos mutuamente y aprender unos de otros. Confiamos cada vez más en los demás y nos esforzamos menos por salirnos con la nuestra. Aplicamos esta nueva forma de pensar a todas las relaciones.
También podemos vincular la Oración de la Serenidad a la capacidad de discernimiento para priorizar nuestro tiempo y energía. Conviene discernir dónde sería mejor que centráramos nuestros esfuerzos dirigidos a cambiar las cosas que podemos, acepta aquello que no podemos cambiar y soltar las riendas cuando otros quieren hacer un cambio diferente del que queremos nosotros. Nos preguntamos si no nos estaremos obcecando demasiado con detalles insignificantes en lugar de prestar atención a la perspectiva general y a los aspectos en los que podemos tener una influencia positiva.
«A veces la opción más sensata es no decir nada, mantenerse al margen y dejar que intervengan los demás continuó el compañero-. Otras, una autoevaluación sincera me permitirá elegir una «batalla» en concreto. Pero ahora intento enfocar los conflicto en mi vida de acuerdo con los principios espirituales de mi arsenal y renuncio al garrote. Es posible aplicar esta estrategia en muchos aspectos de nuestra vida: padrinazgo educación de los hijos, relaciones amorosas, trabajo, manejar un coche y, por supuesto al servicio en NA.»
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_*No todo es digno de una batalla. ¿Dónde puedo poner hoy mi energía para contribuir al bienestar de los demás? ¿De qué situación puedo retirarme que no me beneficia a mí ni a nadie?*_
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