Cuando tratamos a un miembro como un ídolo en vez de como otro adicto en busca de recuperación, lo privamos de la oportunidad de experimentar la recuperación que tanto puede necesitar.
_-Vivir limpios, Capítulo seis, «El anonimato»_
El propósito del principio de anonimato es garantizarnos a todos un lugar en el que recuperarnos hoy de la adicción. Aunque en un momento dado los síntomas de nuestra enfermedad no sean tan agudos, no dejamos de tener la necesidad de participar en nuestra recuperación. NA pretende estar libre de categorías o jerarquías que puedan separarnos entre nosotros… o de nuestra conexión con la recuperación.
Sin embargo, no practicamos el anonimato a la perfección. Corremos el riesgo de poner a algunos compañeros en diferentes pedestales: el veterano sabio, el orador al que siempre se invita, el ganador de la elección a un puesto de servicio, el padrino extraordinario, el que tiene la pareja, la familia, el dinero o la posición social perfectos fuera de NA. Puede que los que estamos subidos al pedestal acabemos por sacrificar nuestras necesidades porque nos parece que ya no tenemos derecho a tenerlas. ¡Nada de ganas de consumir, nada de dejarnos llevar por nuestros defectos! ¡Nada de autocomplacencia! ¡Solo gratitud y servicio! Tenemos que mantener el aura de perfección y defender NA en todo momento. No nos atrevemos a decepcionar, así que no compartimos nuestro dolor ni nuestras dudas. Acabamos con secretos que nos ponen en situación de riesgo.
Y, sinceramente, a veces damos a la gente más mérito del que se merece. Tiempo limpio no necesariamente equivale a recuperación. Algunos acabamos creyendo nuestro propio bombo publicitario y pensamos que las reglas no se aplican a nosotros. Usamos nuestro propio estatus como escudo o incluso como garrote. Pero debemos resistirnos a quedarnos ahí sin hacer nada, esperando quizá a que se le bajen los humos a ese ego enorme. Ya hemos visto a compañeros caer del pedestal. Y algunos hasta han perdido la ida en la caída.
¡A veces necesitamos no pensar que somos tan importantes! No hace falta que participemos en construir y mantener nuestro propio pedestal, ni el de ningún otro. Al margen de lo que somos o lo que los demás creen que somos, tenemos que estar dispuestos a compartir honestamente, tener el valor de decirnos unos a otros que nos bajemos del pedestal y ser receptivos cuando alguien nos lo dice. Podemos compartir eI orgullo por nuestros éxitos y, al mismo tiempo, no olvidar de dónde venimos. Aunque isfrutemos de los dones de la vida, de prosperidad y suerte, necesitamos NA.
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_*Pase lo que pase, me acordaré de que necesito el mensaje y el grupo. Y dejaré sitio para apoyar a cualquier adicto, independientemente de quién crea que es o que debería ser.*_
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