Confiamos… y usamos nuestra sensatez. Vivir en confraternidad con otros adictos nos permite aprender a discernir.
–Los principios que nos guían, Segunda Tradición, reflexión inicial.
El principio espiritual del discernimiento —tener buen criterio— es fundamental para practicar la Segunda Tradición. En nuestra recuperación personal, trabajamos decisiones con el fin de desarrollar una conciencia que nos guíe en nuestro proceso de toma de decisiones que nos ayude a descifrar lo que es y lo que no es sano para nosotros. Muchos describimos esta conciencia como una voz interior que nos dice Io que está bien y lo que está mal. Muchos otros decimos que es nuestro Poder Superior bondadoso que obra en nuestra vida.
Llevamos esta conciencia a nuestros grupos y tratamos de practicarla allí, cuando confraternizamos con los demás. El discernimiento es la conciencia de grupo en acción usarlo requiere cierto sentido común, experiencia y, esperamos, claridad para diferenciar nuestra opinión de los hechos y de lo que es importante de verdad. Con el tiempo, algunos grupos desarrollan confianza y una conciencia colectiva, pero debemos mantenernos receptivos a la evolución del conjunto de nuestros miembros. Para apoyar nuestra práctica de la Segunda Tradición, necesitamos unidad, fe, buena voluntad y más confianza aún.
Y hablando de confianza, el discernimiento nos ayuda a elegir servidores de confianza y guía nuestros esfuerzos por ser dignos de confianza en nuestro servicio. Preparamos pautas que perfilan las cualidades preferidas para determinadas funciones en nuestros grupos. Puede que sirvan de ayuda en el proceso, pero no son todo. Hay otras circunstancias no escritas que tal vez influyan en nuestras decisiones y que responden a nuestra necesidad de servir a un bien mayor. Escuchamos a nuestros compañeros ofrecer sus aptitudes para determinado puesto, nos informamos sobre la capacidad de liderazgo eficaz de cada uno y, acto seguido, utilizamos el discernimiento, que se manifiesta a través de nuestra conciencia de grupo, para que se combine el talento con la tarea
Como servidores de confianza, nos confían atender las necesidades de nuestro grupo y de NA en su conjunto, en lugar de estar al servicio de nuestro ego, de nuestras opiniones personales y de los resultados que deseamos. Para mantener a raya a nuestros líderes, somos los ojos y los oídos de los demás, nos iluminamos mutuamente nuestros respectivos puntos ciegos y subimos el volumen cuando no escuchamos con atención.
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_*Estoy comprometido a servir a un bien mayor. Pretendo hacerlo gracias a aplicar el buen criterio, invitar a mi propia conciencia a contribuir a la del grupo y olvidarme de los resultados.*_
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