Uno de los dones de la recuperación es recobrar nuestro sentido del humor.

_-Vivir limpios, Capítulo siete, «La práctica permanente de la rendición»_

Cuando consumíamos todo era muy serio, cuestión de vida o muerte, una forma de vida consistía en obtenerlas, consumirlas y encontrar el modo de conseguir más. Cuando llegamos a NA, hacía años que algunos no nos reíamos. Otros, en cambio, teníamos mucha experiencia: se reían directamente de nosotros, «¡Qué susceptible eres! -se burlaban nuestros acompañantes-. A ver si tienes un poco de sentido del humor».

Aunque las cosas que vivimos en nuestra historia de consumo no cambian, nuestra relación con ellas evoluciona a medida que crecemos en recuperación. Vemos que los compañeros de NA se toman con humor su pasado y empezamos a no tomarnos tan en serio la oscuridad del nuestro. Nuestro trabajo de los Pasos revela una larga lista de defectos que hoy siguen afectándonos. Y poder reírnos de nosotros mismos (por fin) mientras exteriorizamos determinado defecto (¡Si, otra vez!) es una estrategia que puede ayudarnos a no castigarnos y a sentirnos bien por cómo estamos ahora mismo. El humor se convierte no solo en una manera identificarnos y conectar, sino también en una forma de expresar empatía y perdón hacia los demás y hacia nosotros mismos. Humor es practicar la rendición.

Para muchos, el humor también puede ser un peligro. Se trata de una estrategia que tal vez usemos para escapar de nuestros sentimientos y evitar mostrarnos tal como somos en nuestras relaciones. En ocasiones lo utilizamos para menospreciar a los demás, incluso a nosotros mismos. Ese tipo de humor a veces puede ser apropiado, pero ponernos en ridículo nos hace sentir inseguros, Algunos usábamos el humor para sobrevivir en la calle, pero en recuperación ya no vivimos en ese ciclo de vida o muerte. A medida que nos volvemos más conscientes de estas cuestiones gracias a trabajar el programa y recibir sugerencias de nuestro padrino y de otras personas en las que confiamos, es posible que nuestra relación con el humor cambie. Lo ideal sería que el humor que empezamos a tener en recuperación pase a ser menos auto compasivo, defensivo o agresivo que el que teníamos al llegar, y que por fin podamos respirar porque ya no nos tomamos tan en serio.

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_*Hoy intentaré rendirme para tomarme un poco más a la ligera. Puedo reírme de mí sin menospreciarme y hacer Io mismo hacia mis compañeros adictos, si tengo un poco de amor, sensibilidad e ingenio.*_

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En el pasado, no había esperanzas para los adictos. En Narcóticos Anónimos aprendemos a compartir la soledad, la ira y el miedo que todos los adictos tenemos en común y que no podemos controlar. Son nuestras viejas ideas las que nos metieron en problemas. No tendríamos a la realización personal, sino que nos encontrábamos en el vacío y la falta de sentido de todo. Como no sabíamos tratar con el éxito, el fracaso se convirtió en una forma de vida. En recuperación, los fracasos son sólo reveses transitorios y no eslabones de una cadena indestructible. La honestidad, la receptividad y la buena voluntad de cambiar son nuevas actitudes que nos ayudan a admitir nuestras faltas y pedir ayuda. Ya no estamos obligados a actuar en contra de nuestra auténtica naturaleza ni a hacer lo que de verdad no queremos.

La mayoría de los adictos se resisten a la recuperación y el programa que compartimos con ellos interfiere en su consumo. Si los recién llegados nos dicen que pueden seguir consumiendo drogas de cualquier tipo sin sufrir las consecuencias, podemos ver las cosas de dos maneras. La primera posibilidad es que no sean adictos; … la otra es que la enfermedad todavía no sea evidente para ellos y la estén negando. La adicción y el síndrome de abstinencia distorsionan el pensamiento racional y los recién llegados se fijan más en las diferencias que en las similitudes. Buscan la manera de negar la evidencia de la adicción o de descalificarse para la recuperación.

Muchos hicimos lo mismo cuando éramos nuevos, así que cuando trabajamos con otros, intentamos no hacer ni decir nada que les dé la excusa para seguir consumiendo. Sabemos que la honestidad y la identificación son esenciales. La rendición total es la clave para la recuperación y la abstinencia completa es lo único que nos ha funcionado. Según nuestra experiencia, ningún adicto que se haya rendido completamente a este programa ha dejado de recuperarse.

Texto Básico pag 104

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