«Nuestro auténtico valor consiste en ser nosotros mismos.»

_Texto Básico, p. 122_

Al trabajar los pasos, inevitablemente descubriremos algunas verdades esenciales sobre nosotros. El proceso de descubrir nuestros secretos, exponerlos y examinar nuestro carácter, revela nuestra auténtica naturaleza. En la medida en que nos familiaricemos con nosotros mismos, tendremos que tomar la decisión de ser exactamente lo que somos.

Quizás deseemos echar un vistazo a lo que mostramos a nuestros compañeros adictos y al mundo, y ver si concuerda con lo que hemos descubierto dentro de nosotros mismos. ¿Fingimos que nada nos molesta cuando en realidad somos muy susceptibles? ¿Ocultamos nuestra inseguridad con chistes ofensivos o compartimos nuestros miedos con alguien? ¿Nos vestimos como adolescentes aunque tengamos casi cuarenta y seamos básicamente conservadores?

Tal vez deseemos echar otro vistazo a las cosas que pensábamos que «no éramos». Quizás evitábamos las actividades de NA porque pensábamos que «no nos gustaba funcionar en grupo». ¿No soñamos secretamente con cambiar de profesión, pero lo dejamos de lado porque «no era lo apropiado para nosotros»? Queremos que nuestro comportamiento concuerde con la nueva manera en que nos vamos viendo. Deseamos ser ejemplos genuinos de lo que somos.

*Sólo por hoy:*

Revisaré mi imagen exterior para asegurarme de que coincida con mi naturaleza interna.

Trataré de guiarme por el crecimiento experimentado en recuperación.

_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_

Complementación

A medida que dependemos más de Dios y aumenta el respeto hacia nosotros mismos, comprendemos que no tenemos que sentirnos superiores ni inferiores a nadie. Nuestro auténtico valor consiste en ser nosotros mismos. El ego, tan grande y dominante en el pasado, pasa ahora a segundo plano, porque estamos en armonía con un Dios bondadoso. Cuando nos desprendemos de nuestra terquedad, descubrimos que tenemos una vida más valiosa, feliz y muchísimo más llena.

Somos capaces de tomar decisiones sensatas y afectuosas, basadas en los principios e ideales que tienen auténtico valor en nuestra vida. Al moldear nuestros pensamientos con ideales espirituales, tenemos la libertad de convertirnos en quienes
queremos ser. Ahora podemos superar lo que antes nos daba miedo, gracias a depender de un Dios bondadoso. La fe ha reemplazado nuestro temor y nos ha liberado de nosotros mismos.

En nuestra recuperación también nos esforzamos por sentir gratitud. Estamos agradecidos por la constante presencia de Dios en nuestra conciencia. Cuando afrontamos una dificultad que pensamos que no podemos resolver, pedimos a Dios que haga por nosotros lo que nosotros mismos no podemos hacer.

El despertar espiritual es un proceso continuo. A medida que crecemos espiritualmente ampliamos nuestra perspectiva de la realidad. Abrir nuestra mente a nuevas experiencias físicas y espirituales es la clave para mejorar nuestra conciencia. A medida que crecemos espiritualmente, estamos en mayor armonía con nuestros sentimientos y nuestro propósito en la vida.

Texto Básico pag 122

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?