«La fe, recién descubierta, nos sirve como base sólida de valor para el futuro.»

_Texto Básico, p. 111_

Cuando empezamos a asistir a las reuniones, oímos a otros adictos hablar sobre los «dones» que han recibido como resultado de este programa, cosas que hasta entonces nunca consideramos como «dones». Uno de ellos es la renovada capacidad de sentir emociones que durante tanto tiempo habíamos adormecido con las drogas. No es difícil considerar el amor, la alegría y la felicidad como un don, por mucho tiempo que hubiéramos pasado sin sentirlos. ¿Pero qué sucede con sentimientos «malos» como la ira, la tristeza, el miedo y la soledad? Nos decimos que no son emociones que puedan considerarse un don. A fin de cuentas, ¿cómo vamos a estar agradecidos de cosas de las que queremos huir?

Pero si ponemos estas emociones en su debida perspectiva, podemos estar agradecidos de tenerlas en nuestra vida. Debemos recordar que hemos llegado a creer en un Poder Superior bondadoso y le hemos pedido que nos cuide; nuestro Poder Superior no comete errores. Los sentimientos que tenemos, «buenos» o «malos», responden a una razón. Si lo tenemos presente, nos damos cuenta de que no hay «malos» sentimientos, sino sólo lecciones que aprender. Nuestra fe y la protección de nuestro Poder Superior nos dan el valor necesario para enfrentarnos a todos los sentimientos que surgen diariamente.

Tal como nos dijeron al principio de la recuperación: «Tu Poder Superior no te da más de lo que puedas manejar en un solo día», y la capacidad de sentir nuestras emociones es uno de los mayores dones de la recuperación.

*Sólo por hoy:*

Trataré de recibir bien mis sentimientos, decidido a creer que tengo el valor para enfrentar cualquier emoción que surja en mi vida.

_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_

Complementación

La honestidad rigurosa es la herramienta más importante para aprender a vivir sólo por hoy. Practicar la honestidad es difícil, pero ofrece grandes recompensas. La honestidad es el antídoto de nuestro pensamiento enfermo. La fe, recién descubierta, nos sirve como base sólida de valor para el futuro.

Lo que sabíamos de la vida antes de llegar a NA, casi nos mató. Manejar nuestra propia vida nos trajo al Programa de Narcóticos Anónimos. Llegamos a NA sabiendo muy poco sobre cómo ser felices y disfrutar de la vida. Es imposible meter una idea nueva en una mente cerrada. La receptividad nos permite oír cosas en que podrían salvarnos la vida. Nos permite ver puntos de vista opuestos y llegar a conclusiones por nuestra cuenta. Gracias a la receptividad comprendemos en profundidad cosas que se nos habían escapado durante toda la vida. Es el principio que nos permite participar en una discusión sin saltar directamente a las conclusiones ni prejuzgar lo que está bien y lo que está mal. Ya no es necesario que nos pongamos en ridículo defendiendo virtudes inexistentes. Hemos aprendido que no tenemos por qué saber todas las repuestas, ya que así nos pueden enseñar y podemos aprender a vivir una nueva vida con éxito.

La receptividad sin buena voluntad, sin embargo, no nos llevará a ninguna parte. Tenemos que estar dispuestos a hacer lo que sea necesario para recuperarnos. No sabemos cuando llegará el momento de tener que utilizar toda nuestra fuerza sólo para mantenernos limpios.

Texto Básico pag 111

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?