«Nuestra concepción del Poder Superior depende de nosotros, [….] Podemos llamarlo grupo, programa o Dios.»

_Texto Básico, p. 28_

Muchos tuvimos una época difícil con la idea de un Poder Superior hasta que aceptamos completamente la profundidad de nuestra impotencia ante la adicción. Cuando la aceptamos, la mayoría estamos dispuestos, al menos a plantearnos buscar la ayuda de un Poder más grande que nuestra enfermedad. Muchos vemos el primer ejemplo práctico de ese tipo de Poder en el grupo de NA. Quizás deberíamos empezar por ahí a desarrollar nuestro propio concepto de Dios.

Una prueba del Poder en el grupo es el amor incondicional que se nota cuando los miembros de NA se ayudan mutuamente sin esperar recompensa. La experiencia colectiva de recuperación en el grupo es, en sí, un Poder mayor que el de cada uno, porque el grupo tiene conocimientos prácticos de lo que funciona y lo que no. Y el hecho de que los adictos sigan asistiendo a reuniones de NA, día tras día, es una demostración de la presencia de un Poder Superior, de una fuerza atractiva y protectora en funcionamiento que ayuda a los adictos a mantenerse limpios y a crecer.

Todas estas cosas son pruebas del Poder que puede hallarse en los grupos de NA. Si miramos alrededor con una mente abierta, cada uno será capaz de identificar otros signos de ese Poder. Siempre y cuando encontremos la forma de incorporarlo a nuestra vida cotidiana, da igual que lo llamemos Dios, Poder Superior, o lo que sea.

*Sólo por hoy:*

Abriré los ojos y la mente a los signos del Poder que existe en mi grupo de NA.

Me dirigiré a ese Poder para que me ayude a mantenerme limpio.

_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_

Complementación

Lo primero que hacemos en este programa es dejar de consumir drogas. A esta altura empezamos a sentir el dolor de vivir sin ellas y sin nada que las reemplace. Este dolor nos obliga a buscar un Poder más grande que nosotros que nos alivie de la obsesión de consumir.

El proceso de llegar a creer es similar en la mayoría de los adictos. Casi todos carecíamos de una relación con un Poder Superior que funcionase. Comenzamos a desarrollar esta relación admitiendo simplemente la posibilidad de la existencia de un Poder más grande que nosotros. La mayoría no tenemos problemas en admitir que la adicción se había convertido en una fuerza destructiva en nuestra vida. Nuestros mejores esfuerzos concluían en más destrucción y más desesperación. En un momento dado nos dimos cuenta de que necesitábamos la ayuda de algún Poder mayor que nuestra adicción. Nuestra concepción del Poder Superior depende de nosotros, …nadie va a decidirlo en nuestro lugar. Podemos llamarlo grupo, programa o Dios. Lo único que se nos sugiere es que este Poder nos quiera, nos cuide y sea más fuerte que nosotros. No hace falta que seamos religiosos para aceptar esta idea. Lo importante es que abramos nuestra mente para creer. Puede que nos resulte difícil, pero si nos mantenemos receptivos, tarde o temprano encontraremos la ayuda que necesitamos.

Hablamos con los demás y los escuchamos. Vimos cómo se recuperaban y nos contaron lo que a ellos les daba resultado. Empezamos a tener evidencias de un Poder que no podía explicarse del todo. Frente a estas pruebas, comenzamos a aceptar la existencia de un Poder más grande que nosotros. Podemos utilizar este Poder mucho antes de comprenderlo.

Texto Básico pag 28

 

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