Página 20

“ El regalo sencillo e inestimable que nos damos unos a otros es el reconocimiento de nuestra humanidad ” .

Principios rectores, octava tradición, ensayo de apertura

Cuando somos nuevos en las salas de Narcóticos Anónimos, parece que todos hablan un idioma que no entendemos del todo. Todos parecen saber el orden de las cosas, las lecturas, la oración final. Recién limpios (o intentando estarlo), ya nos sentimos inmensamente incómodos cuando alguien nos anima a hablar de lo que nos pasa, ¿ en una sala llena de desconocidos? No sabemos qué decir, pero lo intentamos de todos modos. Las personas en la sala asienten vigorosamente, como si nos entendieran. “Gracias por lo que dijiste”, nos dice alguien durante el descanso. “Realmente me ayudaste hoy. Me alegro mucho de que estés aquí”. Esto es diferente.

“¡Ni siquiera sé qué diablos acabo de decir!”, respondemos. “No tengo idea de lo que estoy haciendo”. Más asentimientos vigorosos. ¿Qué les pasa a estas personas?

La práctica de NA de permanecer “siempre no profesionales”, según nuestra Octava Tradición, sugiere que somos perfectamente capaces de transmitir un mensaje de recuperación, incluso antes de que seamos conscientes de que eso es lo que estamos haciendo. No necesitamos formación profesional ni coaching para compartir en una reunión. No tenemos que conocer toda la jerga de NA ni haber memorizado pasajes de nuestra literatura. Empezamos a saludar a los recién llegados cuando todavía somos recién llegados. Según el lugar donde vivamos, es posible que nos llamen para ser padrinos antes de que hayamos terminado nuestra primera ronda completa de Pasos. Como adictos en recuperación, ya somos expertos, todos nosotros, desde el más veterano hasta el recién llegado más nuevo.

Hay belleza y simplicidad en el valor terapéutico de un adicto que ayuda a otro. El deseo de dejar de consumir nos abre la puerta, y nuestra humanidad nos da la capacidad de escuchar y empatizar, de compartir lo que hay en nuestro corazón y en nuestra mente, de ser generosos y, fundamentalmente, de aceptar la generosidad de los demás. Cada uno de nosotros descubre su experiencia como adicto en recuperación cuando aceptamos nuestra condición de adicto y comenzamos a aprovechar nuestros recursos.

Este principio de simplicidad está en línea con el compromiso de NA con el anonimato: no importa quiénes seamos, somos merecedores de que los demás reconozcan que somos humanos y dignos de amor y reconocimiento. Como miembros de NA, nos damos unos a otros el simple regalo de ser parte de algo más grande que cada uno de nosotros. No tiene precio. Es simple. Es gratis.

——— ——— ——— ——— ———

Hoy voy a hacer todo lo posible por reconocer la humanidad de mis compañeros y compartir la mía. Eso es todo lo que tengo que saber hacer.

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?