Recordamos anteponer nuestro programa y respetar nuestros límites. Aspiramos todos los días a mantenernos espiritualmente equilibrados.
_-Vivir limpios, Capítulo tres, “El contacto consciente”_
Los adictos, dentro y fuera de la recuperación, tenemos tendencia a pensar y actuar en términos extremos. Muchos descubrimos la necesidad de límites personales cuando nos pasamos de la raya. Incluso en recuperación, a veces algo bueno en exceso, sencillamente es demasiado. “Me pasé doce horas trabajando como voluntaria de venta de mercadería en nuestra convención compartió una compañera-. En aquel momento me pareció buena idea, pero fue tan estresante como mis días de trabajo más frenéticos. Al mirar atrás, me doy cuenta de que había interpretado mal lo que significa poner el programa en primer lugar».
El consejo habitual de anteponer nuestro programa no pretende avergonzarnos para que demos y demos y no paremos de dar. Podríamos hacer una guardia de venta de mercadería, o incluso dos, pero sin duda no necesitamos hacer seis a costa de nuestra cordura. Aunque el servicio es un elemento clave de nuestra recuperación, el equilibrio nos exige que prestemos atención a muchas otras cosas. El mantenimiento espiritual lleva tiempo y requiere compromiso.
Muchos desarrollamos rutinas que nos ayudan a mantenernos centrados espiritualmente. Se convierten en el núcleo de nuestra recuperación personal y en la fuente de nuestro equilibrio espiritual. Estamos en íntima comunión con un Poder Superior, sea cual sea la forma en que nos funciona. «Escuchamos” cuando aquietamos la mente durante la meditación, cuando salimos en moto por una carretera sinuosa o prestamos atención a unos recién llegados mientras tomamos un té antes de la reunión. Compartimos nuestras esperanzas y nuestro dolor con otros miembros, con un diario o con el universo.
Si mantenemos un programa equilibrado en el centro de nuestra vida, estamos mejor equipados para movernos por la vida tal cual es. Practicar el equilibrio no significa que estemos en armonía espiritual todo el tiempo, sino que notamos cuando no lo estamos y actuamos para corregir nuestro rumbo.
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_*Escucharé a mi cuerpo, mi mente y mi espíritu para establecer mis propios límites y para explorar cómo sintonizo con el equilibrio espiritual en mi recuperación.*_
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