Descubrimos el valor de seguir al corazón, de escuchar esa voz interior, de crear, comprometernos, explorar y vivir.
_-Vivir limpios, Capítulo tres, «La acción creativa del espíritu»_
Hace falta valor para darle una oportunidad a esta forma de vida de NA Hace falta auténtica determinación, tanto si entramos por la puerta por primera vez como si volvemos por décima vez a nuestra primera reunión, Y ese es precisamente el comienzo. Cuando dejamos de consumir, nuestra obsesión pierde fuerza y el reto de vivir la vida tal cual es nos exige una y otra vez que seamos valientes.
Afortunadamente, NA nos da las agallas necesarias para perseverar a pesar de las dificultades de la vida. Establecemos relaciones duraderas, aprendemos del viaje de nuestros compañeros y vemos en ellos suficiente valor para trascender los retos de la vida. La literatura de NA también puede ser una fuente de fortaleza y valor. Cada uno tiene su interpretación personal de los textos y sus propias respuestas a las preguntas difíciles que nos planteamos. Observar y aplicar la sabiduría colectiva que hay en la literatura de NA nos da el valor para ser más auténticos y sacar fuerzas de nuestro Poder Superior.
Con una base de recuperación firme, podemos avanzar por el mundo con valor y confianza, aunque a veces rechazamos la oportunidad de hacerlo. «Mis «gafas del miedo» me obligaban a ver solo la posibilidad de fracasar o de que me rechazaran —compartió una compañera—. Tenía miedo de iniciar o terminar relaciones, de expresar mis sentimientos, de salir del armario. No estaba dispuesta a ser completamente yo misma y pagué un precio alto por mi falta de valor. Mis esfuerzos por evitar el dolor también me hacían esquivar las oportunidades de disfrutar de verdad». Esa no es forma de vivir.
El ejemplo de los demás y nuestra fe en un Poder Superior nos inspiran para vivir con valentía, a pesar de la falta de certezas. La vida es un asunto arriesgado y las cosas no siempre salen a nuestro favor. Como Io expresó un adicto: «No soy el ojito derecho de Dios y la respuesta a mis plegarias no siempre es «sí’. Pero aunque las cosas no salgan como quiero, sigo caminando con valor. Me ayuda saber que, si me tropiezo, los compañeros me levantarán». Nos atrevemos a soñar… lo intentamos, fracasamos y lo volvemos a intentar.
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_*Si no arriesgo algo, lo arriesgo todo. Hoy haré acopio del valor necesario para dar un salto de fe, grande o pequeño.*_
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