Escuchar compartir a otros adictos sin juzgarlos es el comienzo de escuchar al propio corazón sin juzgar ni castigar.
_-Vivir limpios, Capítulo uno, «Los dolores del crecimiento»_
Hacemos todo lo posible por silenciar nuestras críticas internas mientras escuchamos a otros adictos compartir en las reuniones. Nos centramos en sus palabras y los sentimientos que hay detrás. Si escuchamos con cuidado y atención, practicamos la aceptación. Dejamos de lado nuestras propias ideas sobre su vida y su recuperación, aunque solo sea por este momento.
«Puedo conectar con la historia de cualquier persona -compartió un miembro-, siempre y cuando la filtre a través del mensaje». Prestar atención al mensaje nos ayuda a relacionarnos a nivel emocional. Recordamos nuestros intentos de dejar de consumir y el proceso de perder el deseo de hacerlo. Cuando reconocemos todas nuestras luchas como parte de la búsqueda de una nueva forma de vida, nos resulta más fácil dejar de juzgar y empezar a aceptar a nuestros compañeros.
Nos damos cuenta de que ser críticos, aunque no expresemos esos pensamientos, deteriora nuestra capacidad de sentir empatía. Una vez que reconocemos el obstáculo que esta actitud impone a nuestra propia recuperación, dejamos de condenar en silencio el comportamiento de los demás. Cuando escuchamos sin juzgar, vislumbramos la posibilidad de liberarnos de los pensamientos castigadores con los que hemos vivido tanto tiempo. Uno de los dones de la recuperación en NA es que aprendemos a acallar nuestra mente para poder escuchar con el corazón.
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_*Hoy, gracias a NA, acallaré mi monólogo interno y practicaré la aplicación del principio de aceptación de mí y de los demás.*_
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