«Por fin alguien comprendía las ideas locas que tenía y todas las locuras que había hecho.»

_Basic text, p. 175_

A menudo los adictos nos sentimos extremadamente originales. Estamos convencidos de que nadie ha consumido drogas como nosotros ni ha tenido que hacer las cosas que hicimos para conseguirlas. Tener la sensación de que en realidad nadie nos comprende puede impedir nuestra recuperación durante muchos años.

Pero una vez que llegamos a las reuniones de Narcóticos Anónimos, empezamos a quitarnos de encima esa sensación de ser «los peores» o «los más locos». Escuchamos las experiencias que comparten otros miembros. Descubrimos que los demás han recorrido el mismo camino retorcido que nosotros y no obstante se recuperan. Empezamos a creer que la recuperación también está a nuestro alcance.

Aunque progresemos en la recuperación, a veces nuestra manera de pensar sigue careciendo de sano juicio. Sin embargo, vemos que cuando compartimos las dificultades que tenemos, los demás se identifican y comparten como han afrontado ellos dificultades semejantes. Por muy perturbada que parezca nuestra forma de pensar, cuando los demás se comunican con nosotros y nos trasmiten las soluciones que han descubierto, hallamos esperanza. Empezamos a creer que podemos sobrevivir a cualquier cosa que nos pase para continuar con nuestra recuperación.

El don de Narcóticos Anónimos consiste en aprender que no estamos solos. Al compartir nuestra experiencia, fortaleza y hasta ideas absurdas con otros miembros, podemos llegar a estar limpios y mantenernos limpios. Abrimos la mente a las soluciones que han encontrado otros a los desafíos que afrontamos.

*Sólo Por Hoy:*

Agradezco poder identificarme con otras personas.

Hoy, escucharé cuando compartan su experiencia y compartiré la mía con ellas.

_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)._

Complementación

Pasé muchas horas escribiendo sobre qué había sucedido en mi vida, el dolor que había sentido y el dolor que había causado. ¡Yo escribió sobre todo! Hubo una gran cantidad de dolor y vergüenza involucrado, pero también una abrumadora sensación de alivio. Finalmente pude sacar todo el dolor que había estado conmigo toda mi vida. Para mirarme en una hoja de papel, y darme cuenta de lo irresponsable que había sido, simplemente verifiqué el hecho de que no habría más carreras.

Mi antiguo yo finalmente estaba empezando a morir, comencé a ver que realmente no merecía todo el castigo que me había otorgado yo misma, y que tal vez yo era digna de esa cosa llamada felicidad. No podía soportar la idea de perder la honestidad. Para mi asombro, la mujer con la que compartí no rió, ni se rió, ni frunció el ceño en absoluto. Ella solo tuvo compasión cuando lloré; ella se rió cuando yo me rei. Alguien finalmente supo los locos pensamientos que tuve y las locuras que había hecho. Ahora me sentía completamente perdonada y estaba realmente lista para que Dios elimine mi viejo yo y mis formas enfermas.

Como un resultado de los Doce Pasos, no soy capaz de aferrarme a las viejas formas de engañarme. Dios me permite cortos períodos de tiempo para la racionalización. Él sabe que moriré si me lo guardo. Ahora tengo una identidad. Sé qué y quién soy. Quizás en algún lado, alguien puede relacionarse con el dolor que me causó mi adicción. Si esto es así, he logrado mi ¡Propósito de estar vivo y feliz hoy! El Programa de Narcóticos Anónimos me dio una identidad. ahora puedo mantener la cabeza en alto y decirle a alguien, «Hola, mi nombre es —. Soy un adicto.»

Antes de llegar al programa, me preguntaron: «¿Quién eres?» No respondí porque no tenía idea de lo que realmente significaba. Me encanta lo que encontré recientemente. Me encanta conocerme y conocer otras personas que son como yo. Ahora puedo sentir emociones que fueron enterradas profundamente dentro de mí por muchos años.

El programa me ha dado todo lo no material. Lo poco que sabía de la verdad felicidad. Empiezo a aceptar el dolor como crecimiento. Sé que el dolor es esencial. A través del dolor, Dios puede romper muchas personalidades falsas poco a poco en su propio tiempo. Hay tanta esperanza para mí hoy. El programa fue un desafío que Necesitaba desesperadamente y me lo dieron como un regalo. Cada día quiero más de lo que tiene para ofrecerme. Quiero aprender mucho, y tengo un largo camino para ir a llegar a la comprensión que estoy buscando.

Basic Text p. 275, editado