La acción creativa no es un procedimiento misterioso, sino el trabajo interior de reconstruir o reintegrar nuestra trastornada y fracturada personalidad.
IP N° 5, Otro punto de vista, «La adicción no es una forma de vida»
La adicción activa es un caos: un desorden físico, mental, emocional y espiritual completo. No hay suficiente espacio en esta página para enumerar lo que perdemos o nos arriesgamos a perder cuando consumimos: nuestra salud y bienestar, nuestros seres queridos, nuestra libertad, nuestra cordura y… ¡nuestras llaves! Todos hemos pasado por eso.
También nos perdemos a nosotros mismos. ¿Cuál de nuestras personalidades? ¿Cuál, exactamente? En las reuniones de Narcóticos Anónimos, a menudo oímos decir a los miembros: «En la calle, yo era un camaleón». Cuando consumíamos, cambiábamos de comportamiento y hasta de personalidad según las circunstancias para satisfacer nuestros fines egocéntricos, para sobrevivir. Eso sí que es creatividad magistral.
Como con todos nuestros defectos, la otra cara de la moneda es una virtud. Podemos ser personas tan curiosas y adaptables como manipuladoras e interesadas. Por la misma regla de tres, así como utilizamos nuestra creatividad para sobrevivir, ahora podemos confiar en ella para reconstruir nuestra vida desde dentro.
Cuando estamos limpios, no malgastamos nuestros recursos creativos en ocultar quiénes somos. No tenemos que derrochar energía en desarrollar nuevas estrategias para conseguir lo que queremos a costa de nuestra cordura y de todo lo demás que podemos llegar a perder. En cambio, enfocamos con creatividad nuestro programa de recuperación y lo actualizamos cuando necesitamos un reinicio. Al trabajar los Pasos, aprendemos a ver quiénes somos, quiénes no somos y quiénes queremos ser. Gracias a compartir con otros miembros y a escucharlos, podemos averiguar qué partes tenemos rotas por dentro, ser realistas con respecto a cuáles podemos pegar y volver a unir y cuáles hay que tirar a la basura. En consecuencia, aprendemos a expresar con integridad quiénes somos. Podemos ser de verdad nosotros mismos en las relaciones con los demás y en la forma en que nos entregamos al trabajo, a nuestros intereses y al servicio. ¡Algunos hasta encontramos una manera creativa de no seguir perdiendo esas malditas llaves!
*Hoy examinaré qué está en desorden o roto dentro de mí y usaré la imaginación para identificar lo que podría hacer para serenar esta cabeza mía y ponerla un poco en orden.*
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