Nuestras decisiones nos definen.

_-Vivir limpios, Capítulo dos, “El contacto con los demás”_

Ninguno de nosotros ha elegido tener la enfermedad de la adicción. Tampoco elegimos la educación recibida, el grupo demográfico al que pertenecemos, nuestra identidad o cultura, o tener una serie de defectos de carácter específicos (o virtudes). Estos aspectos de nosotros no cuentan toda nuestra historia, ni mucho menos. Esta realidad tampoco niega la responsabilidad sobre nuestra autonomía personal, nuestro libre albedrío para tomar decisiones que, en muchos sentidos, pueden estar determinadas por estas características. Autonomía personal es tener la capacidad y la disponibilidad de actuar según el propio criterio. Como adictos en recuperación, nuestro objetivo en materia de autonomía personal es tener la capacidad y la buena disposición de actuar de acuerdo con los principios espirituales, en contraste con el egocentrismo que determinaba muchas de las decisiones que tomábamos durante la adicción activa.

Por medio de los Doce Pasos de NA, analizamos la mano que nos tocó cuando repartieron esas cartas y lo que hicimos con ellas. Este trabajo nos abre muchas puertas para tomar decisiones conscientes de quiénes somos, que están en consonancia con nuestros verdaderos valores y con un propósito más elevado. «En el Cuarto Paso tuve una revelación que muchos tenemos: me di cuenta de que aferrarme a mis resentimientos era una elección que frenaba mi avance. Y mi experiencia con el Séptimo Paso me demuestra que cuando estoy a punto de dejarme llevar por un defecto de carácter, puedo elegir -escribió un miembro. Para mí, autonomía es ese momento de gracia en que pido: «Ayúdame a elegir de otra manera porque quiero vivir de otra manera»».

Somos lo que hacemos, no lo que sentimos o pensamos que somos. No somos todo exterior ni todo interior. Podemos ser amables sin sentirnos amables. Podemos sentirnos amables y no actuar con amabilidad. Nuestras decisiones son un reflejo de nuestras prioridades: cómo tratamos a la gente en nuestra vida (desde nuestro padrino hasta una persona que nos gusta para salir o alguien que nos atiende en una cafetería), cómo pasamos nuestro tiempo o gastamos nuestro dinero, cómo nos portamos cuando nadie nos ve. Ya no vivimos por defecto o indirectamente a través de otros; hemos forjado la persona que somos de verdad y podemos tomar decisiones que reflejan esta versión de nosotros. Somos autónomos, responsables de nuestros sentimientos, palabras y actos. Y así como nadie puede hacernos hacer nada, tampoco podemos tomar decisiones por los demás.

—————————————————————
_*Mi autonomía, mi buena disposición. Mi decisión. Ahora bien, ¿qué prioridades establezco que reflejen cómo quiero vivir?*_

_(Copyright©2024, NA World Service, All Rights Reserved)_

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?