Echar un vistazo a la diferencia entre lo que decimos, lo que escuchan y cómo nos responden puede ser el principio de un auténtico cambio en todas nuestras relaciones.
-Vivir limpios, Capítulo siete, «Principios, práctica y perspectiva»
No hace falta que llevemos limpios mucho tiempo para que nos demos cuenta de que necesitamos mejorar nuestras habilidades de comunicación. Vemos que cada vez estamos más preparados para conectar, para conectar de verdad, con los demás. Tenemos que aprender a construir puentes, en lugar de quemarlos. Aprender a ser mejores comunicadores, y mejores seres humanos para el caso, significa dejar de lado viejos esquemas y adoptar otros nuevos.
Caer en los chismes es uno de esos viejos hábitos de comunicación que tal vez debamos replantearnos. A lo mejor creíamos que establecíamos vínculos con los demás por compartir información que no teníamos por qué trasmitir. Aunque determinadas noticias parezcan inofensivas, los chismes nos hacen parecer poco dignos de confianza. Aprendemos a resistir nuestra necesidad de llenar cualquier silencio en una conversación con rumores, especulaciones e insinuaciones. Nos sentimos más cómodos con las pausas en las conversaciones y aprendemos a escuchar más y hablar menos. Adoptamos la nueva costumbre de hacer preguntas y practicar la empatía y la receptividad cuando prestamos atención a otros puntos de vista.
Algunos pecamos de pensar demasiado, no de compartir demasiado. Nos cuestionamos la conveniencia de hablar y nos guardamos para nosotros lo que tenemos en mente. Quizá creamos que somos considerados, pero guardarnos nuestra experiencia y nuestras ideas suele mantener a los demás a distancia. Tal vez parezcamos superficiales o presumidos y solo seamos tímidos. Por supuesto que es arriesgado poner nuestras ideas sobre la mesa, pero esa vulnerabilidad nos permite relacionarnos.
Para complicar las cosas, comunicación es más que hablar y escuchar. Todas esas señales no verbales que intercambiamos -expresiones gestuales, lenguaje corporal, contacto visual, tacto- añaden contenido. ¡La comunicación es una cosa complicada! Muchas veces, la mejor estrategia es comprobar si entendemos correctamente o si nos entienden.
*Hoy examinaré más detenidamente cómo me comunico con los demás e identificaré un par de aspectos que mejorar.*
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