Página 91

Cuando elegimos no mirar a través del resentimiento y la sensación de tener derecho a todo, podemos ver el mundo tal como es y encontrar belleza en él, incluso cuando presenta desafíos. Cada día está lleno de oportunidades para escapar de la realidad o para salir adelante y vivir .

Vivir limpio, Capítulo 7, “Viviendo nuestros principios”

Un viejo dicho dice que «el miedo hace al lobo más grande de lo que es». Los aullidos de ese lobo grande, feroz y metafórico —que simboliza todos los desafíos de la vida— nos amenazan desde la distancia, incluso durante la recuperación, haciéndonos susceptibles al resentimiento. Nuestra mejor salud emocional puede incluso aumentar nuestra conciencia de los aullidos. La vida puede ser aterradora, pero hoy tenemos herramientas y opciones. Ya no tenemos que vivir aterrorizados. La recuperación nos permite reconciliarnos con los miedos racionales, liberarnos del resentimiento y afrontar la vida con sus propias condiciones.

Al trabajar los Pasos, comenzamos a reconocer cómo el miedo moldeó nuestras respuestas a la vida, pasadas y presentes. Vemos cómo lo ocultamos con resentimiento, fantasía, desesperación, ira o un sentimiento de derecho. Aprendemos cómo nuestras deficiencias se correlacionan con nuestros miedos, provocándonos a alejar a las personas o a aferrarnos demasiado a ellas. Manipulamos, intimidamos o nos retiramos de la realidad solo para encontrarnos cada vez más aislados y nuestras vidas cada vez más ingobernables.

Aunque hoy estamos limpios, el miedo sigue presente. Oímos a ese lobo aullar: ¿Por qué a mí? ¿Estoy a la altura de esta tarea? ¿Soy digno de amor? En lugar de cerrarnos o resistirnos ante las preguntas existenciales, la recuperación nos abre a un enfoque diferente. Nuestras inseguridades ya no tienen por qué dominar nuestra perspectiva, dirigir nuestro pensamiento ni dictar nuestro comportamiento. Podemos estar presentes en la lucha y encontrar significado y belleza al afrontar los desafíos de la vida con claridad y propósito.

Tanto la esperanza como el miedo nos piden creer en algo que no ha sucedido. Cualquiera puede influir en cómo percibimos nuestras condiciones y nuestro futuro. En la medida de nuestras posibilidades, elegimos la esperanza. Si el miedo hace que el lobo parezca más grande, entonces tal vez podamos decir que la esperanza lo doma. Los desafíos de la vida son un poco menos intimidantes cuando permitimos que la esperanza moldee nuestra visión del mundo e influya en nuestras respuestas.

——— ——— ——— ——— ———

Me enfrentaré a uno de los lobos metafóricos de mi vida y dejaré que la esperanza inspire coraje y acción positiva.

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?