Para muchos, la etapa inicial [de la recuperación] fue difícil. Tener que enfrentarnos a la idea de una vida sin drogas puede asustarnos.
_-IP N° 23, Mantenerse limpio en la calle_
Por lo general vemos la esperanza como algo bueno, pero viene con una trampa: hacer realidad nuestras esperanzas implica cambiar. Algunas cosas parecen mejores cuando las deseamos que cuando las conseguimos. Por muy verde que parezca el césped del vecino, el cambio siempre desencadena mucho miedo y ansiedad.
Un miembro, que cuando llegó a NA lo pasaba mal porque le costaba hacerse a la idea de vivir sin drogas el resto de su vida, lo explicó así: «Oí a algunos adictos compartir que podían pasar un día sin consumir y me di cuenta de que lo único que tenía que hacer era intentar no consumir solo por hoy. Me dieron esperanza». Nuestro Texto Básico menciona el mismo principio: «La mayoría podemos hacer durante ocho o doce horas lo que parece imposible durante un período más largo. Si la obsesión o la compulsión se hacen demasiado fuertes trata de no consumir de cinco en cinco minutos. Los minutos se convertirán en horas y las horas en días… ».
Muchos teníamos deseos de estar limpios antes de llegar a NA, pero no veíamos de qué forma podíamos hacer realidad una vida sin drogas hasta que oímos a otros adictos como nosotros compartir cómo lo habían hecho. La esperanza empieza cuando cambiamos de perspectiva: en lugar del viaje aparentemente interminable que nos espera, vemos delante unos pocos pasos. La vida sin drogas parece imposible, pero cinco minutos sin drogas es viable.
Y lo mismo es válido para cualquier cambio en nuestra vida: salir del centro de tratamiento o de la cárcel, cambiar de trabajo, mudarse, cambiar de padrino o ser más abiertos y vulnerables con nuestra pareja. Imaginarse la vida que nos espera después de cualquier cambio importante puede ser intimidatorio, pero no tenemos que vivir esa vida nueva toda de golpe. Hablamos con compañeros que han hecho cambios similares y comparten su experiencia con nosotros. Escuchar a otros adictos nos da esperanza. Empezamos a ver cómo podemos superar los próximos cinco minutos, las siguientes horas, el resto del día. Y resulta que el césped es más verde ahí donde lo regamos.
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_*La diferencia entre deseo y esperanza es que esta última me permite ver la manera de avanzar. Compartiré un deseo con mi padrino y pediré ayuda para transformarlo en esperanza.*_
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