En el Tercer Paso, la fe nos da la capacidad de tomar efectivamente una decisión y ponerla en práctica.
_-Guías para trabajar los pasos de NA, Tercer Paso, «Principios espirituales”_
Cuando miramos atrás, al principio de la recuperación -por muy reciente o distante que sea-, vemos que la fe fue la inspiración de algunas de nuestras decisiones y nos ayudó a actuar de acuerdo con ellas. Para muchos, lo que nos hizo entrar en nuestra primera reunión fue una especie de fe ciega. Decidimos pedir un poco de ayuda y así encontramos el camino a Narcóticos Anónimos.
A medida que se nos despejaba la mente, nos dimos cuenta de que todos los esfuerzos por mantenernos limpios por nuestra cuenta habían fracasado. Conscientemente o no, nos rendimos e hicimos esa admisión fundamental del Primer Paso. Dimos otro salto de fe al contemplar la posibilidad de mantenernos limpios y que nos devolvieran el sano juicio. La fe en que la recuperación que vimos funcionar en otros también podía funcionarnos a nosotros no llevó al Tercer Paso.
Decidir poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, tal como lo concebimos, fue algo enorme. Puede que nos pareciera demasiado grande, la verdad. Pero otros miembros nos tranquilizaron: «Solo estás tomando una decisión. Tendrás toda la vida para averiguar cómo es y mucho tiempo para practicarla». De acuerdo, decidimos.
¿Y ahora qué?
Algunos nos quedamos estancados aquí o empezamos a darle vueltas a los tres primeros Pasos, seguros de que se nos escapa algo. Tenemos suerte -como suele suceder en NA- cuando estamos sentados en una reunión escuchando a medias y justo oímos lo que necesitamos para impulsarnos a actuar: «El trabajo básico de Tercer Paso es el Cuarto Paso». Y así sucesivamente.
La fe que ponemos en práctica los miembros de NA nos da el valor para tomar otras decisiones trascendentales: cambiar de profesión, hacer más ejercicio, casarnos, divorciarnos. Cuando estamos seguros de nuestra recuperación, la fe nos permite hacernos preguntas realmente difíciles de verdad, como «¿qué quiero?», «¿qué me frena?». La fe nos tranquiliza mientras tomamos decisiones, nos sostiene mientras despejamos el camino para avanzar y nos hace ser humildes mientras averiguamos de qué somos capaces.
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_*Hoy, la fe se pondrá de manifiesto en mis actos mientras me reservo tiempo para hacer lo que debo hacer y para decir lo que tengo que decir.*_
FE
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