NA no tiene categorías de miembros ni miembros de segunda clase. El denominador común en NA es la enfermedad de la adicción. Todos estamos igualmente expuestos a su devastación y compartimos el mismo derecho a la recuperación.
_-Funciona, Tercera Tradición, «Aplicar los principios espirituales”_
La Tercera Tradición, que insiste en que solo hay un requisito para ser miembro de NA, a algunos nos resulta fácil. A fin de cuentas, encontramos la recuperación en NA y nadie nos pidió nuestros títulos. Tal vez demos por sentado que a todo el mundo le resulta así de sencillo. Quizá tuvimos la suerte de vivir con un círculo de amigos muy unidos a pesar de nuestra adicción, así que nunca se nos había ocurrido la idea de no pertenecer. Si compartíamos el idioma y la cultura con otros asistentes a la reunión, puede que sentirnos integrados no haya supuesto un problema para nosotros. Quizá mirábamos a nuestro alrededor y veíamos caras como las nuestras. O tal vez nuestra desesperación había mitigado nuestro cinismo lo suficiente para permitirnos recibir la cálida bienvenida que encontramos en nuestras primeras reuniones, a pesar de las diferencias externas. Al margen de los detalles, muchos supusimos, sin pensar demasiado, que los demás se habían sentido igualmente bienvenidos. La enfermedad de la adicción trata de usar nuestras diferencias como armas para mantenernos enfermos.
Lo cierto es que esas barreras existen para muchos miembros potenciales, a pesar de nuestros esfuerzos personales por ofrecer la clásica bienvenida de NA. A algunos nos resulta difícil aceptar la hospitalidad de los miembros que parecen diferentes de nosotros en todos los aspectos que la sociedad considera importantes. “Me descalificaba constantemente como miembro de NA -escribió un compañero-. Empecé a estar limpio joven, no consumí determinadas drogas y soy una persona transgénero. Mi enfermedad me dice que no pertenezco, que de alguna manera me merezco estar separado y solo». Antes de dejar de lado las diferencias como sugeriría la práctica del anonimato-, tal vez resulte útil reconocer que la identificación puede ser un poco más difícil si todavía no vemos a otros miembros como nosotros en las reuniones.
Los miembros de NA establecidos hacen bien en hacer hincapié en nuestra enfermedad en común. Independientemente de los detalles específicos de nuestra experiencia, el consumo nos llevó a todos al aislamiento, la vergüenza y la degradación. Identificarnos a un nivel emocional suele ser un buen punto de partida. Nuestro camino en común a una vida mejor está resumido en el mensaje de NA: “Un adicto -cualquier adicto- puede dejar de consumir drogas, perder el deseo de consumirlas y descubrir una nueva forma de vida». La enfermedad no discrimina. NA tampoco debe hacerlo.
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_*La recuperación es algo muy valioso, así que me esforzaré por que sea más accesible haciendo hincapié en nuestras semejanzas y sin dar por sentado a ningún adicto.*_
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