Cuando admitimos nuestra impotencia e incapacidad para gobernar nuestra propia vida, abrimos las puertas a la recuperación.
_-Texto Básico, Capítulo cuatro, «Primer Paso»_
Practicar la impotencia como principio espiritual a muchos puede parecernos descabellado. Admitir la derrota es un concepto con el que estamos muy incómodos. Pero lo irónico es que, hasta cierto punto, ya estamos practicando la impotencia cuando asistimos a nuestra primera reunión de NA. Y antes incluso, es muy probable que hayamos tenido nuestros momentos en que invocáramos a algo para que parara esta locura, este dolor, que rogáramos para ponernos bien, que suplicáramos para poder dormir por fin, que temiéramos que el sol volviera a salir o a ponerse, que prometiéramos y que negociáramos otra vez, por última vez, ¡lo juramos!
La rendición del Primer Paso a menudo nos aterroriza porque es un umbral del que no podemos echarnos atrás fácilmente una vez que nos hacemos de verdad vulnerables a él. Por mucho que lo intentemos, es imposible meter de nuevo la pasta de dientes en el tubo: no podemos volver a consumir y sencillamente olvidarnos de personas como nosotros que se mantienen limpias en NA. Admitimos que somos adictos, que somos impotentes ante nuestra adicción y que no podemos gobernar nuestra propia vida. Necesitamos fortaleza para sobrevivir y la conseguimos con la ayuda de otros adictos en recuperación, un programa y un Poder Superior.
Practicar la impotencia no es algo que sucede una vez y listo; nos toca asumirla repetidamente. «No, tenemos la oportunidad de hacerlo una y otra vez -nos recuerda una compañera desde el podio- Antes me sentía muy derrotada por mi impotencia, pero ahora que he experimentado cierto alivio de la adicción activa y los beneficios de ser muy sincera con respecto a mi vida, lo veo como una fuente de fuerza y posibilidades: la posibilidad de recuperación y de una vida mejor».
Sí, abrimos las puertas a la recuperación. Hay días que se quedan abiertas de par en par porque nosotros estamos completamente abiertos. Otros, solo conseguimos entreabrir una rendija para dejar que salga un poco de buena voluntad y que entre nuestro Poder Superior.
—————————————————————
_*Es un alivio admitir que soy impotente ante mi adicción, sea cual sea la forma que esta adopte. Pediré ayuda porque cuando me rindo aparece mi auténtico poder.*_
_(Copyright©️2024, NA World Service, All Rights Reserved)_