La receptividad nos da la capacidad de vernos interiormente cada vez con mayor claridad mientras pasamos por el proceso inacabable de rendirnos, hacer inventario y abrirnos al cambio.

_-Vivir limpios, Capítulo uno, «Vivir limpios», texto inicial_

«¡Una mente cerrada es devastadora! -comentó un miembro para explicar la idea de que un paracaídas, igual que la mente, no funciona bien si está cerrado-, Cuando nos lanzamos a la recuperación, tiramos de esa cuerda en un impulso por rendirnos, con cierta dosis de valor y fe».

La falta de receptividad nos agota, oculta nuestros secretos y nos encierra en nuestros malos hábitos. Excluye a los demás: sus ideas, su perspicacia y su compasión. Cuando nos resistimos a abrir la mente, se atrofia nuestra condición humana porque la luz no puede entrar. No logramos vernos con honestidad. Las ideas nuevas no pueden penetrar nuestra fortaleza de ira y evasión, así que acabamos inmovilizados en el aislamiento.

Conseguir estar y mantenernos limpios en NA nos desafía a abrir esas partes de nosotros que preferiríamos ocultar. Mientras nos preparamos para abordar cada uno de los Doce Pasos, mantenemos la falta de receptividad a raya. Mediante este proceso de autoexamen, al alcance de todos nosotros, abrimos de golpe la mente a una nueva forma de vida. Hacemos inventario de nuestro pasado, para que podamos dejar de huir de él y soltarlo. Evaluamos nuestros defectos y nuestras virtudes para vernos con claridad y buscar un equilibrio. Hacemos enmiendas para que estas nos ayuden a evitar los mismos errores en las relaciones. Además de la mente, abrimos los ojos, el corazón y los brazos para ayudar a otros a intentar cambiar, tal como hemos hecho nosotros.

Este proceso, sin embargo, no acaba… a menos que dejemos de cuidarlo. No se trata de estar abiertos y alcanzar el bienestar para quedarse sencillamente allá. Para seguir evolucionando, continuamos dependiendo de la receptividad. «Tal vez el paracaídas nos haga tocar tierra durante un tiempo -añadió el compañero-, pero muy pronto la vida nos hará subir de nuevo a ese avión. Si queremos seguir creciendo, tendremos que saltar y volver a tirar de esa cuerda». Seguir siendo receptivos, incluso con años de limpieza, nos impide volvernos demasiado rígidos y construir muros que no dejan ver el otro lado, y nos ayuda a explorar las zonas nuevas de conflicto que aparecen.

—————————————————————

_*¿En qué aspectos de mi recuperación puedo ser más receptivo? ¿A quién o a qué me resisto hoy en día? ¿Qué papel tiene este principio espiritual en el Paso en el que estoy trabajando? Si he dejado de trabajar activamente en mí, ¿qué tiene que pasar para que tire de esa cuerda y me abra?*_

_(Copyright©2024, NA World Service, All Rights Reserved)_

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?