El principio de receptividad nos permite seguir siendo educables y buscar maestros a nuestro alrededor.
_-Vivir limpios, Capitulo cinco, «Ser padres o madres»_
Cuando leemos el «Solo por hoy», como solemos hacer en muchas reuniones, se nos recuerda que debemos desarrollar una mejor perspectiva de la vida. La receptividad es una de las claves para lograr ese punto de vista mejorado. Sin receptividad, nos limitanos a lo que ya conocemos. «Si supiera cómo arreglarme- compartió una compañera, ¿para qué iba a venir a NA?». Saber que no tenemos todas las respuestas es todo un capital. Esa humildad nos ayuda a seguir siendo educables.
Además de mirar en nuestro interior, podemos buscar enseñanzas y maestros tanto en nuestra experiencia como en todo lo que nos rodea. La desesperación, no importa lo intensa que sea, puede ser una buena maestra. A su manera, nos abre la mente a las posibilidades que nos reserva la recuperación. Cuando estamos abiertos a buscar maestros, somos más rápidos para detectar las vallas de protección que nos salvan la vida y para corregir el rumbo a fin de evitar algunas de las lecciones más duras. Cuando las cosas no salen como esperamos, la receptividad nos ayuda a descubrir nuevas oportunidades de superarnos. Las ideas nuevas se parecen menos a un ataque personal y más a una oportunidad de mejorar nuestra capacidad de comprensión. En lugar de evitar la crítica, tratamos de aprender de ella sin ponernos a la defensiva.
Cuando dejamos de consumir y perdemos el deseo de hacerlo, el trabajo de buscar una nueva forma de vida es un proyecto para siempre que vamos acometiendo de a poco cada día y que adquiere un nuevo significado a medida que maduramos en recuperación. «La nueva forma de vida que descubrí cuando tenía 20 años y era un recién llegado en NA hoy me mataría compartió un miembro con un guiño. ¡Tengo que estar en la cama a las diez!». Al margen de la hora preferida para irnos a dormir, si queremos continuar aprendiendo y crecer debemos seguir siendo abiertos y educables. La vida nunca deja de darnos lecciones nuevas. En lugar de sentir resentimiento por las vueltas de la vida, intentamos centrarnos en lo que podemos descubrir de nosotros mismos mientras las transitamos.
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_*Intentaré esforzarme para considerar otros puntos de vista que tal vez sean diferentes del que tengo hoy. Tomaré los desafíos como oportunidades para crecer.*_
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