Hace algunos sólo por hoy, caminaba por el duro camino de la recuperación y encontré un letrero que decía: «La Tienda del Adicto».
Me acerqué a ese lugar, toque la puerta y está se abrió lentamentamente, sin pensarlo ingrese en ella.
Dentro note muchos(as) adictos(as) en su mayoría en recuperación parados(as) por todas partes de la tienda, en segundos se me acercó uno de ellos, y me entrego una canasta y me dijo, _anda y compra con cuidado, «todo lo que un adicto necesita esta dentro de la tienda.»_
Entre varios anuncios:
Primero compre lo que estaba en la percha. Como la humildad, el amor estaba un poco distante de la misma fila, mas abajo escogí la comprensión que se necesita por donde yo vaya. En otra percha, compre dos cajas de tolerancia y dos bolsitas de fé. Me encanto que estaba en oferta, el combo del perdón. Casi al llegar a caja, me detuve a comprar buena voluntad para ayudarme en esta carrera que es la vida.
Ya tenia casi lista la canasta cuando recordé que necesitaba gratitud y que no podía olvidar la honestidad que la ofrecían tambien en promoción. Entonces agarre bastante para ayudarme a mantenerme limpio.
Caminé hacia el cajero para pagar la cuenta; pues crei que ya tenía todo lo que un adicto necesita. Pero cuando iba a llegar a la caja, note y vi la oración de la serenidad y la puse en mi canasta repleta, porque sabía que cuando saliera, la iba a usar con la paz interior y el despertar espiritual que estaban en pequeños estantes y aproveché para tomarlos. La alegría colgaba del techo y arranqué una para mi.
Al fin llegue al cajero y le pregunte:
¿Cuanto le debo?
El me sonrió y contestó: «lleva tu canasta a donde vayas» ¿Si pero cuanto le debo? le replique, el otra vez sonrió y me dijo:
No te preocupes, con el dolor y sufrimiento de tu actividad ya pagaste la cuenta.
Anónimo.
*Perfectos, no*
13 de noviembre
«No vamos a ser perfectos, si lo fuéramos, no seriamos humanos.»
_Texto básico, p. 36_
Todos teníamos expectativas sobre la vida en recuperación. Algunos pensábamos que nos permitiría encontrar trabajo enseguida, o hacer cualquier cosa que quisiéramos. A lo mejor imaginábamos que nos desenvolveríamos perfectamente en nuestra interacción con los demás.
Cuando nos paramos a pensar, vemos que esperábamos que la recuperación nos hiciera perfectos. No pensábamos que seguiríamos cometiendo muchos errores; pero lo hacemos. Lo que se pone de manifiesto no es nuestro lado adicto, sino nuestro lado humano.
En Narcóticos Anónimos aspiramos a la recuperación, no a la perfección. La única promesa que se nos hace es liberarnos de la adicción activa. La perfección no es un estado que puedan alcanzar los seres humanos, no es una meta realista. Lo que muchas veces buscamos en la perfección es liberarnos de la incomodidad de cometer errores. Y a cambio de esa libertad, sacrificamos nuestra curiosidad, flexibilidad y posibilidad de crecer.
Consideremos los términos de ese intercambio: ¿Queremos pasar el resto de la vida en un mundo pequeño, bien delimitado, seguro, pero quizás asfixiante? ¿O preferimos arriesgarnos a lo desconocido y buscar todo lo que la vida puede ofrecernos?
*Sólo por hoy:*
Quiero todo lo que la vida puede ofrecerme y todo lo que la recuperación puede brindarme.
Hoy correré el riesgo, probaré algo nuevo y creceré.
_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_
Liberamos la tensión del pasado acumulada en nuestro interior. Escribir es como levantar la tapa de nuestra olla a presión …para ver si queremos aprovechar el contenido, volver a taparlo o tirarlo a la basura. Ya no tenemos que darle más vueltas al asunto.
Nos sentamos con papel y lápiz y pedimos ayuda a nuestro Dios para que nos revele los defectos que nos causan dolor y sufrimiento. Pedimos el valor de no tener miedo, poder ser minuciosos y que este inventario nos ayude a poner nuestra vida en orden. Cuando rezamos y nos ponemos en marcha, las cosas siempre mejoran.
No vamos a ser perfectos. Si lo fuéramos, no seríamos humanos. Lo importante es que hagamos las cosas lo mejor que podamos. Usamos las herramientas que están a nuestra disposición y desarrollamos la capacidad de sobrevivir a nuestras emociones. No queremos perder lo que hemos ganado; queremos continuar en el programa. Según nuestra experiencia, no hay inventario — por muy profundo y detallado que sea — que tenga efectos duraderos si no es seguido de inmediato por un Quinto Paso igualmente detallado.
Texto Básico pag 36