Mi padrino fue una de esas personas de NA que me quiso hasta que yo pudiera quererme a mí mismo.

_-El padrinazgo, Capítulo 1, «Una piedra angular del programa de Narcóticos Anónimos»_

Muchos llegamos a las reuniones de NA apaleados y destrozados, llenos de secretos que planeábamos llevarnos a la tumba. No podíamos mantener un trabajo. Nuestra salud era un desastre. No soportábamos ver esa mirada en los ojos de nuestros padres ni una vez más. Pero, oye, ahora estamos limpios, ¿no? ¡Sí! Hemos acabado con el consumo y estamos más que felices de pasar a otra cosa.

¿Pero qué es eso de que «los secretos te enferman» que no paramos de oír? Solo queremos dejar atrás el pasado, pero en cambio… ¿nos animan a contárselo a algún padrino? Podemos compartir una parte, pero eso precisamente no. ¡No, ni hablar! ¡De eso no se puede enterar nadie jamás! ¿Y querernos a nosotros mismos? ¿Quiere decir que tengo que mirarme al espejo y decirme cosas bonitas? ¿Es un requisito?

Para muchos, nuestro padrino o madrina es la primera, y quizá única, persona a la que hablamos de nuestros actos más oscuros hacia los demás, de nuestros pensamientos y comportamientos dementes y de nuestro profundo pozo autodestructivo. La vergüenza y el odio que sentimos hacia nosotros mismos son recibidos con empatía y paciencia. La respuesta cariñosa de nuestro padrino o madrina y el compromiso de querernos nos ayuda a comprender, poco a poco, que merecemos que nos quieran. A medida que trabajamos los Pasos, empezamos a organizar el desbarajuste en que convertimos nuestra vida. Sabemos que podemos contarle cualquier cosa a nuestro padrino o madrina, y que debemos hacerlo para mantenernos limpios.

Mirarnos al espejo y lanzar besos amorosos a nuestra imagen no es un requisito para ser miembro de NA. Pero, tras exponernos de forma continuada al amor y la aceptación que desinteresadamente nos ofrece nuestro padrino o madrina, la idea de hacerlo puede resultarnos mucho menos incómoda que el primer día.

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_*Daré las gracias a mi padrino o madrina por su amor incondicional. Hoy, puedo de decir de verdad que estoy en proceso de amar a la persona en la que me he convertido en NA.*_

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