«Queremos mirar [nuestro pasado] cara a cara, verlo tal como era y librarnos de él para poder vivir el presente.»

Texto Básico, p. 33

Muchos, al principio de nuestra recuperación, teníamos problemas para identificar nuestros resentimientos. Nos sentábamos con nuestro Cuarto Paso delante, pensábamos y pensábamos, y al final decidíamos que no teníamos ningún resentimiento. Quizás nos lo dijéramos para creer que a fin de cuentas no estábamos tan enfermos.

Semejante negación inconsciente de nuestros resentimientos proviene de los condicionamientos de nuestra adicción. La mayoría de nuestros sentimientos estaban enterrados, profundamente enterrados. Pero al cabo de un tiempo en recuperación aparece una nueva comprensión. Empiezan a aflorar los sentimientos enterrados más profundamente y surgen repentinamente los resentimientos que creíamos que no teníamos.

Al examinar estos resentimientos, quizás nos sintamos tentados a aferrarnos a algunos de ellos, especialmente si pensamos que son «justificados». Pero lo que debemos recordar es que los resentimientos «justificados» son tan pesados como los otros.

En la medida en que somos más conscientes de nuestras cargas, aumenta nuestra responsabilidad de desprendernos de ellas. Ya no tenemos que aferrarnos a nuestros resentimientos. Queremos quitarnos de encima lo indeseable y darnos la libertad de recuperarnos.

Sólo por hoy:

Cuando descubra un resentimiento, veré a qué se debe y me desprenderé de él.

(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)

Complementación

Tenemos que acabar con el pasado, no aferrarnos a él. Queremos mirarlo cara a cara, verlo tal como era y librarnos de él para poder vivir el presente. El pasado, para el mayoría de nosotros, ha sido como un oscuro secreto … que no queríamos revelar por temor a lo que pudiera hacernos. Ya no tenemos que mirarlo solos; … ahora nuestra voluntad y nuestra vida están en manos de un Poder Superior.

Escribir un detallado y honesto inventario parecía imposible. Y lo era mientras contáramos sólo con nuestro propio poder. Antes de empezar a escribir nos relajamos durante un momento y pedimos la fortaleza necesaria para no tener miedo y poder ser minuciosos.

En el Cuarto Paso empezamos a ponernos en contacto con nosotros mismos. Escribimos sobre nuestros lastres, por ejemplo: la culpabilidad, la vergüenza, el remordimiento, la autocompasión, el resentimiento, la ira, la depresión, la frustración, la confusión, la soledad, la ansiedad, la traición, la desesperación, el fracaso, el miedo y la negación.

Escribimos sobre lo que nos molesta aquí y ahora. Tenemos tendencia a pensar negativamente, así que escribir nos da la oportunidad de tener una visión más positiva de lo que está pasando.

Si queremos hacer un retrato preciso y completo de nosotros, también tenemos que tener en cuenta los valores positivos. A la mayoría nos resulta muy difícil porque nos cuesta aceptar nuestras cualidades. Sin embargo todos las tenemos; muchas de ellas las acabamos de adquirir gracias al programa. Como por ejemplo el hecho de estar limpios, la receptividad, la conciencia de Dios, la honestidad con los demás, la aceptación, la capacidad de actuar positivamente, el compartir, la buena voluntad, el valor, la fe, la solidaridad, la gratitud, la bondad y la generosidad. Por lo general nuestro inventario también contiene material sobre nuestras relaciones afectivas.

Texto Básico pag 33

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