«Debemos dar desinteresadamente y con agradecimiento lo que se nos ha dado del mismo modo».
_Texto Básico, p. 56_
En recuperación recibimos muchos dones. Quizás uno de los más grandes sea el despertar espiritual que empieza cuando dejamos de consumir y se va fortaleciendo cada día que aplicamos los pasos en nuestra vida. La nueva chispa de vida interior es resultado directo de nuestra relación con un Poder Superior, una relación que nace y se desarrolla al vivir los Doce Pasos. Lentamente, a medida que proseguimos con nuestro programa, el resplandor de la recuperación disipa la oscuridad de nuestra enfermedad.
Una de las formas de expresar nuestra gratitud por los dones de la recuperación es ayudar a otros a descubrir lo mismo que nosotros. Lo podemos hacer de muchas formas: compartiendo en las reuniones, acudiendo a una llamada para atender un Duodécimo Paso, aceptando el compromiso del padrinazgo u ofreciéndonos como voluntarios para alguna tarea de Hospitales e Instituciones o del teléfono de ayuda. La vida espiritual que se nos brinda en recuperación exige expresarse, ya que «sólo podemos conservar lo que tenemos en la medida en que lo compartimos con los demás».
*Sólo por hoy:*
El don de la recuperación crece cuando lo comparto. Encontraré alguien con quien compartirlo.
_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_
Complementación
Estamos agradecidos a este paso porque empezamos a lograr lo mejor para nosotros. A veces rezábamos para obtener lo que deseábamos y una vez que lo lográbamos terminábamos atrapados. Es posible que pidamos algo, lo consigamos y después tengamos que rezar para que nos lo quiten porque no podemos con ello.
Esperamos que tras haber aprendido el poder de la oración y la responsabilidad que esta entraña podamos usar el Undécimo Paso como guía para nuestro programa diario.
Comenzamos a rezar solo para conocer la voluntad de Dios para con nosotros. De este modo obtenemos únicamente lo que somos capaces de manejar. Podemos responder a ello y manejarlo porque Dios nos ayuda a prepararnos. Algunos simplemente agradecemos la gracia de Dios con nuestras propias palabras.
Abordamos este paso una y otra vez con una actitud de rendición y humildad para recibir de Dios, tal como lo concebimos, el don del conocimiento y la fortaleza. El Décimo Paso borra los errores del presente para que podamos trabajar el Undécimo. Sin este paso es poco probable que podamos sentir un despertar espiritual, practicar los principios espirituales en nuestra vida o llevar un mensaje capaz de atraer a otros adictos hacia la recuperación. Existe un principio espiritual que consiste en dar lo que hemos recibido de Narcóticos Anónimos para poder conservarlo. Al ayudar a otros adictos en recuperación, podemos aprovechar la riqueza espiritual que hemos hallado. *Debemos dar desinteresada y agradecidamente lo que se nos ha dado del mismo modo.*
Texto Básico pag 56 (5ta edición en castellano)