Tener paciencia y tolerancia para aceptar a esos miembros que al parecer no podemos parar de juzgar es un ejercicio de rendición, aceptación y humildad.
_-Los principios que nos guían, Tercera Tradición, “Para los miembros”_
Los adictos tenemos tendencia a sentirnos juzgados. Probablemente porque podemos llegar a ser muy duros en nuestras opiniones sobre otras personas. Aunque los chismes y el menosprecio a los demás hayan sido moneda corriente en nuestra vida de antes, si no somos vigilantes estos defectos pueden resurgir en recuperación, envenenar nuestra actitud ante la vida, echar a perder las relaciones y alejar a los miembros de las reuniones. La Tercera Tradición deja claro que el único requisito para ser miembro es el deseo de dejar de consumir.
Cuando se trata de un miembro completamente nuevo, parece que lo entendemos. La empatía por el recién llegado suele surgir con facilidad, porque todos hemos estado en la misma situación. Pero a muchos nos cuesta más dejar de lado las críticas al llamado “recaedor crónico». Entonces resulta que nos acordamos de ese muchacho. Entraba y salía de NA sin parar durante años, cuando de repente algo le hizo clic. Dejó de consumir y se mantuvo limpio. O nos acordamos de esa otra compañera de muchos años que nunca conseguía tener mucho tiempo de limpieza. Cuando su madre habló en el funeral, agradeció a NA por haber dado a su hija las mejores temporadas de su vida. Nos gustaría que todos llegaran y se quedaran, pero ese no es un requisito para ser miembro.
Las críticas y las expectativas con respecto a la gente que lleva mucho tiempo limpia también pueden hacerla sentir aislada. NA es un programa de vida. Todos necesitamos un lugar donde compartir las luchas y las pérdidas de nuestra vida, así como nuestros fracasos, para sobrevivirlos limpios. Por suerte, a medida que pasa el tiempo, nos preocupa menos lo que piensen los demás de nosotros. «Los otros miembros me ponen en un pedestal, pero bajarme de dónde diablos me pongan es responsabilidad mía», compartió un veterano.
Si de verdad estamos en la senda de la rendición, nos armaremos de un poco más de paciencia y tolerancia hacia nuestros compañeros, al margen del tiempo que lleven limpios. Nos rendimos a la Tercera Tradición y nos olvidamos de cualquier otro requisito adicional para ser miembro que pueda haber inventado nuestra enfermedad.
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_*Dejaré de juzgar y me rendiré a la Tercera Tradición, de modo que daré la bienvenida a cualquier persona nueva -venga por primera o por centésima vez- y agradeceré a los veteranos por existir y seguir aquí.*_
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