La ayuda para los adictos empieza en el momento en que somos capaces de admitir nuestra derrota completa.»
_Texto Básico, p. 26_
Derrota total …! qué concepto¡ Eso querrá decir rendirse. Rendirse … entregarse de forma absoluta. Abandonar sin reservas. Levantar las manos y dejar de luchar. Tal vez levantar la mano en nuestra primera reunión y admitir que somos adictos.
¿Cómo sabemos si hemos hecho un Primer Paso que nos permite vivir sin drogas? Lo sabemos porque cuando damos ese paso gigantesco ya no tenemos que volver a consumir nunca más … Sólo por hoy. Así es. No es fácil, pero es muy sencillo.
Trabajamos el Primer Paso. Aceptamos que sí, somos adictos. «Una es demasiado y mil no son suficientes.»Lo hemos comprobado en carne propia bastantes veces. Admitimos que no podemos controlar las drogas de ninguna manera. Lo admitimos; si es necesario, lo decimos en voz alta.
Practicamos el Primer Paso al empezar el día. Por un día. Admitirlo nos libera -sólo por hoy- de la necesidad de vivir nuestra adicción otra vez. Nos hemos rendido a esta enfermedad. Nos entregamos. Abandonamos. Pero al darnos por vencidos, ganamos. Y esta es la paradoja del Primer Paso: nos rendimos para ganar, y al rendirnos ganamos un poder mucho mayor del que jamás imaginamos posible.
*Sólo Por Hoy:*
Admito que soy impotente ante mi adicción.
Me rendiré para ganar.
_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)._
Complementación
Antes de hacer el Primer Paso estábamos llenos de temor y dudas. En ese momento muchos nos sentíamos perdidos, confusos y … nos creíamos ser diferentes. Al practicar este paso consolidamos nuestra rendición a los principios de NA… y solo a partir de este momento empezamos a superar la alienación de la adicción. La ayuda para los adictos empieza en el momento en que somos capaces de admitir nuestra derrota completa. Puede que nos asuste, pero es la base sobre la que construimos nuestra vida.
El Primer Paso significa que no estamos obligados a consumir; nos da una libertad enorme. Algunos tardamos en darnos cuenta de lo ingobernable que se había vuelto nuestra vida. Otros, en cambio, era lo único que teníamos claro. Sabíamos de corazón que las drogas tenían el poder de convertirnos en una persona que no queríamos ser.
Al estar limpios y practicar este paso rompemos nuestras cadenas. Sin embargo, ningún paso funciona por arte de magia. No sólo recitamos las palabras de este paso, sino que aprendemos a vivirlas. Vemos con nuestros propios ojos que el programa tiene algo que ofrecernos.
_Texto Básico pag. 26 (5ta edición en castellano)_