«La recaída nunca es un accidente, indica que aún tenemos reservas con nuestro programa.»

_Texto Básico, p. 91_

Una reserva es algo que apartamos para usar en el futuro. En nuestro caso, una reserva es esperar que si pasa tal o cual cosa, seguramente recaeremos. ¿Qué acontecimiento prevemos como demasiado doloroso de soportar? ¿Quizás pensemos que si nos deja el cónyuge o la pareja, tendremos que drogarnos. O que si nos quedamos sin trabajo, seguramente consumiremos. O tal vez la posibilidad de que se muera un ser querido nos parezca insoportable. En todo caso, las reservas que albergamos nos autorizarán a consumir cuando estas cosas se hagan realidad; lo que sucede a menudo.

En vez de prepararnos para la recaída, si examinamos nuestras expectativas y las modificamos allí donde sea posible, podemos prepararnos para el éxito. La mayoría llevamos dentro un catálogo de desgracias anticipadas, estrechamente relacionadas con nuestros miedos. Si observamos cómo otros miembros superan penas semejantes, podemos aprender a sobrevivir al dolor. Podemos aplicar estas lecciones a nuestras expectativas. En lugar de decir, si pasa tal cosa tendré que drogarme, podemos tranquilizarnos diciéndonos que nosotros también somos capaces de superar limpios lo que nos traiga hoy la vida.

*Sólo por hoy:*

Examinaré las reservas que puedan poner en peligro mi recuperación y las compartiré con otro adicto.

_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_

Complementación

En nuestra vida cotidiana estamos expuestos a recaídas emocionales y espirituales que nos dejan indefensos contra la recaída física del consumo de drogas. Puesto que la adicción es una enfermedad incurable, los adictos están sujetos a recaídas.

Nada nos obliga a recaer. Podemos elegir. *La recaída nunca es un accidente, .…indica que aún tenemos reservas con nuestro programa.* Empezamos a menospreciarlo y a buscar pretextos para eludirlo en nuestra vida cotidiana. Inconscientes de las trampas que hay delante, tropezamos ciegamente creyendo que podemos hacerlo por nuestra cuenta. Tarde o temprano volvemos a caer en la ilusión de que las drogas nos hacen la vida más fácil. Creemos que pueden cambiarnos y olvidamos que estos cambios son mortales. Cuando pensamos que las drogas resolverán nuestros problemas y olvidamos lo que pueden hacernos, estamos de verdad en un apuro. Como no acabemos con la ilusión de que podemos consumir y dejar de consumir por nuestra cuenta, firmamos nuestra sentencia de muerte segura. Por alguna razón, el hecho de no ocuparnos de nuestros asuntos personales, disminuye nuestra autoestima y establece un patrón de conducta que se repite en todas las áreas de nuestra vida. Si empezamos a evitar nuestras nuevas responsabilidades —faltamos a las reuniones, descuidamos la práctica del Duodécimo Paso o nos mantenemos al margen —nuestro programa se detiene. Son este tipo de cosas las que llevan a una recaída. Quizás sintamos un cambio en nosotros y … nuestra capacidad de seguir receptivos desaparezca. Puede que nos enojemos y estemos resentidos con cualquier persona o cualquier cosa, … que comencemos a rechazar a quienes estén cerca de nosotros. Nos aislamos y .…nos hartamos muy rápido de nosotros. Retrocedemos a nuestros patrones de conducta más enfermos sin tener siquiera que consumir drogas.

Cuando tenemos un resentimiento o algún otro trastorno emocional y no practicamos los pasos, podemos recaer.

Texto Básico pag 91

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?