Uno de los beneficios de llegar a los demás es descubrir que nuestras experiencias más dolorosas pueden ayudar a otros.
_-Vivir limpios, Capítulo uno, «Los dolores del crecimiento»_
Estar limpios no nos inmuniza frente a las dificultades de la vida. Afortunadamente, no tenemos que navegar solos por la vida. Cuando pedimos apoyo y nos permitimos recibirlo accedemos al que tal vez sea el mayor recurso de la Confraternidad: los demás. Si el tiempo que llevamos limpios y otros éxitos nos han hecho perder contacto con este recurso, las dificultades de la vida pueden darnos un empujoncito en esa dirección. Cuando reunimos el valor de pedir ayuda, nuestra comunidad de NA responde con empatía. Es una gran ayuda tener alguien en quien apoyarse, que se siente junto a nosotros cuando estamos con nuestros sentimientos, que nos aliente mientras avanzamos y que nos demuestre empatía a medida que sanamos, nos rehacemos y empezamos de nuevo.
Nuestros compañeros comprenden nuestra necesidad de huir y encontrar un alivio pasajero en la comida, el sexo o el derroche de dinero. Nos identificamos con ese impulso de encerrarnos, ser terriblemente controladores o recurrir a otros defectos de carácter para afrontar nuestros problemas y sentimientos. Sentimos empatía porque hemos pasado por lo mismo emocionalmente, o por lo menos hemos estado cerca. Conectamos a un nivel profundo y compartimos mutuamente la carga de las penas y el dolor emocional. Aunque no tengamos experiencia directa con la forma específica en que la vida se le haya manifestado a un compañero, todos podemos escuchar, invitar a un plato caliente o llevar a los niños a tomar un helado. A veces, que nos recuerden que después del temporal viene la calma nos ayuda a sobrellevar el día.
Cuando compartimos con un adicto que sufre, somos capaces de salir de nosotros mismos. La empatía que sentimos da lugar a la identificación, a la gratitud y nos hace ver las cosas en su justa medida. «El valor terapéutico de un adicto que ayuda a otro» es beneficioso para ambas partes, el que ayuda y al que ayudan; Io sabemos porque hemos estado en los dos lados. El comentario de un miembro a otro refleja esta dinámica: «Alguien me dijo que mis esfuerzos me darían la fuerza que necesitaría más adelante. Esa fuerza era para ti, y cuando mi experiencia te ayudó, conseguí sanar a un nivel completamente nuevo. Tu pedido de ayuda fue una buena acción de verdad».
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_*En NA, el manantial de la empatía es inagotable y seguiré acudiendo a él. Hoy compartiré mi carga con otro adicto porque sé que será una fuente de sanación para ambos.*_
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