«Salir juntos después de la reunión es una buena ocasión para compartir lo que no se ha llegado a conversar en ella.»

_Texto Básico, p. 114_

La adicción activa nos apartó de la sociedad, nos aisló. El miedo era el núcleo de ese aislamiento. Creíamos que si dejábamos que los demás nos conocieran, únicamente verían todos los defectos que teníamos. De ahí al rechazo sólo habría un paso.

Cuando llegamos a nuestra primera reunión de NA, nos quedamos impresionados por la familiaridad y la amistad que vemos compartir a otros adictos en recuperación. Si nos lo permitimos, nosotros también podemos rápidamente formar parte de esta confraternidad. Una forma de comenzar es ir a tomar café con los demás después de la reunión.

En estos encuentros, podemos dejar que caigan los muros que nos separan de los demás y descubrir cosas sobre nosotros y otros miembros de NA. Al hablar con una persona, a veces podemos contar cosas que quizás no tengamos muchas ganas de compartir en grupo. En estos encuentros aprendemos a conversar y además se forjan amistades sólidas y profundas.

Con las nuevas amistades de NA, ya no es necesario que sigamos viviendo aislados. Podemos formar parte de un conjunto más grande: la Confraternidad de Narcóticos Anónimos.

*Sólo por hoy:*

Me liberaré del aislamiento.

Me esforzaré por sentirme integrado en la Confraternidad de NA.

_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright ©️ 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_

Complementación

Compartir en las reuniones o individualmente con adictos en recuperación nos ayuda a mantenernos limpios. Asistir a las reuniones nos recuerda lo que es ser nuevo y la naturaleza progresiva de nuestra enfermedad. Asistir a nuestro grupo habitual nos proporciona el estímulo de las personas que conocemos. Nos apoya en nuestra recuperación y nos ayuda en nuestra vida cotidiana. Cuando contamos nuestra historia honestamente, otra persona puede identificarse con nosotros. Servir a las necesidades de nuestros miembros y poner el mensaje a disposición de todos, nos llena de alegría. El servicio nos da la oportunidad de crecer en todos los aspectos de nuestra vida. Nuestra experiencia en recuperación puede ayudar a otros con sus problemas; quizás les funcione lo que nos ha funcionado a nosotros. La mayoría de los adictos incluso desde el principio puede aceptar este tipo de participación. Salir juntos después de la reunión, es una buena ocasión para compartir lo que no se ha llegado a conversar en ella. Son también un buen momento para hablar con nuestro padrino en persona. Surgirán las cosas que necesitamos oír y las veremos con mayor claridad.

Compartir la experiencia de recuperación con los recién llegados, nos ayudará a mantenernos limpios. Compartimos consuelo y aliento con los demás. Hoy en día hay personas que nos apoyan. Al alejarnos de nuestro egocentrismo obtenemos una perspectiva mejor de nuestra vida. Si pedimos ayuda, podemos cambiar. A veces compartir es arriesgado, pero el convertirnos en seres vulnerables nos permite crecer.

Algunos llegarán a Narcóticos Anónimos con intención de seguir usando a las personas para que les ayuden a continuar con su hábito. Su falta de receptividad es una barrera contra el cambio. La receptividad, en cambio, asociada a la admisión de nuestra impotencia, es la llave que abrirá la puerta de la recuperación. Si alguien con problemas de drogas y buena voluntad se acerca a nosotros en busca de recuperación, compartimos con gusto cómo nos mantenemos limpios.

Texto Básico pag 111

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