Vamos cada vez más cómodos solo con ser nosotros mismos. Nos mostramos al mundo tal como somos.
_-Vivir limpios, Capítulo dos, «El contacto con nosotros mismos»_
Algunos miembros definen la autenticidad como «ser de verdad nosotros en el mundo real>».
La adicción hace más pequeño nuestro mundo. Nuestro egocentrismo era tan poderoso que nos resultaba cada vez más difícil demostrar interés por lo que pasaba a nuestro alrededor. El Texto Básico dice: «Sufrimos una enfermedad que tiene manifestaciones antisociales» y, con el tiempo, muchos acabamos viviendo una vida en la cual la interacción con los demás es mínima, especialmente con las personas que no consumen.
En recuperación, aumenta la relación con el mundo que nos rodea. Ya no estamos atrapados en la obsesión y la compulsión de consumir drogas ni tenemos miedo a quedar en evidencia como adictos; la mayoría somos capaces de ir en busca de nuestros auténticos intereses de una manera imposible antes de estar limpios. Empezamos a involucrarnos en nuestra propia vida, en nuestra familia y en nuestra comunidad.
Tanto si exploramos una afición nueva, como si tratamos de volver a estudiar o prestamos servicio a quienes nos rodean por medio del trabajo voluntario, los adictos en recuperación descubrimos que podemos seguir nuestras pasiones e intereses dondequiera que estos nos lleven. Como hemos sido rehenes de la enfermedad de la adicción durante tanto tiempo, la libertad recién descubierta para ver quiénes somos y qué nos interesa puede Ilevarnos a hacer viajes inesperados.
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_*Ser una persona auténtica no solo es bueno para mí, sino también para el mundo que me rodea. Para conectar con el mundo, empezaré por conectarme con mis propios intereses y pasiones.*_
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