«Al vivir los pasos, empezamos a desprendernos de nuestra obsesión.»
Texto Básico, página. 113_
Muchos llegamos al programa convencidos de que nuestros sentimientos, deseos y necesidades eran de suma importancia para todo el mundo. Habíamos practicado durante toda la vida una conducta egoísta y egocéntrica y creíamos que era la única forma de vivir.
El egocentrismo no cesa sólo porque dejemos de consumir drogas. Quizás, asistimos a nuestro primer acontecimiento de NA y estamos seguros de que todo el mundo en la sala nos mira, nos juzga y nos condena. Tal vez exijamos a nuestro padrino que esté a mano para escucharnos cada vez que lo necesitamos; y él, a su vez, puede que nos indique amablemente que el mundo no gira a nuestro alrededor. Cuanto más insistimos en ser el centro del universo, menos satisfechos nos sentiremos con nuestros amigos, nuestro padrino y todo lo demás.
Si nos centramos menos en nuestras necesidades y más en las de otros, podemos librarnos de la autobsesión. Cuando los demás tienen problemas, podemos ofrecerles ayuda. Cuando los recién llegados necesitan que los lleven a una reunión, podemos pasar a buscarlos. Cuando nuestros amigos se sienten solos, podemos pasar un rato con ellos. Cuando nos parece que no nos quieren o no nos hacen caso, podemos ofrecer a otra persona el cariño y la atención que necesitamos. Si damos, recibimos mucho más a cambio; y esa es una promesa en la que podemos confiar.
*Sólo Por Hoy:*
Compartiré el mundo con los demás porque sé que son tan importantes como yo.
Cultivaré mi espíritu por medio de mi entrega.
_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)._
Mantenernos limpios es el primer paso para enfrentar nuestra vida. Cuando practicamos la aceptación ésta se simplifica. En el momento en que surjan problemas, esperamos estar bien equipados con las herramientas del programa. Tenemos que rendirnos honestamente ante nuestro egocentrismo y autodestrucción. En el pasado, creíamos que la desesperación nos daría la fuerza para sobrevivir. Ahora aceptamos la responsabilidad de nuestros problemas y vemos que somos igualmente responsables de las soluciones.
Como adictos en recuperación, llegamos a conocer la gratitud. A medida que nuestros defectos son eliminados, tenemos la libertad de convertirnos en todo aquello que podamos ser. Nos transformamos en individuos nuevos, conscientes de nosotros y con capacidad para ocupar nuestro lugar en el mundo.
Al vivir los pasos, empezamos a desprendernos de nuestra auto obsesión. Le pedimos a nuestro Poder Superior que nos quite el miedo de enfrentarnos a nosotros y a la vida. Nos redefinimos trabajando los pasos y usando las herramientas de recuperación. Nos vemos de un modo diferente. Nuestra personalidad cambia. Nos convertimos en personas sensibles, capaces de responder a la vida adecuadamente. Ponemos nuestra vida espiritual en primer término y aprendemos a utilizar la paciencia, la tolerancia y la humildad en nuestros asuntos cotidianos.
Texto Básico pág. 113