La fe hace que continuemos con el trabajo básico, aun cuando no consigamos ver el porqué.
-Vivir limpios, Capítulo uno, «Los dolores del crecimiento»
A muchos de nosotros nos parecía bien vivir de acuerdo con la filosofía de «actúa primero y pregunta después» durante nuestra adicción. Hacíamos lo que teníamos que hacer -posiblemente el trabajo básico para consumir- y teníamos cierto grado de fe en medio del caos de esa forma de vida. Pero no necesariamente llevamos estas tácticas audaces a la etapa inicial de la recuperación. ¿Por qué entonces es tan difícil para muchos tener fe y subir a bordo de NA desde el primer día? Tal vez porque no sabíamos lo que queríamos. Pensábamos que lo habíamos descubierto en las drogas, pero la abstinencia completa nos parecía improbable; y la recuperación a largo plazo, incomprensible. Sí, queremos una vida mejor, pero ¿quién no?
Nos sugieren que vayamos a las reuniones… que ayudemos a preparar la sala, que leamos el libro, que llamemos a un compañero cuando nos sintamos inquietos, que le pidamos a alguien que sea nuestro padrino o madrina, para que nos acompañe por esos Doce Pasos incomprensibles. También pensamos: «A ti te funciona, ¿pero, y si a mí no? ¿Y por qué estás tan seguro de que me funcionará?».
Casi todos diríamos que las razones son evidentes. Aquí tenemos un grupo de adictos que hoy no han consumido, que han organizado y gestionado una reunión que ha empezado y acabado puntualmente. Han compartido su experiencia, fortaleza y esperanza. Se han quejado de su día, pero de todas formas se han mantenido limpios. Se lo han pasado bien entre ellos mientras celebraban agradecidos los éxitos de la recuperación. Al hablar, la mayoría ha expresado su fe en el programa y en los demás.
En un momento dado, tomamos la decisión de hacer el trabajo básico sin tener una visión clara de nuestro destino. ¿Por qué? Algunos estamos tan desesperados que haríamos cualquier cosa para parar el dolor. Para otros, es un despertar espiritual repentino como un relámpago, un momento de claridad. Algunos avanzamos a paso de tortuga o tenemos muchos momentos de claridad. Otros descubrimos una sola persona en quien confiar y eso nos impulsa a tomar la decisión. Hay quienes incluso nos aferramos a nuestra rebeldía y luego nos sorprendemos celebrando un año, cinco años y después un cuarto de siglo limpios. Sea cual sea el detonante, para muchos esta decisión es la primera experiencia de fe. Nos dicen que algo más será revelado, y así es.
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*Veo un montón de pruebas a mi alrededor de que NA funciona. Solo necesito un poco de fe cada día para seguir dispuesto a continuar mi camino de recuperación.*
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