«Muchos concebimos a Dios simplemente como esa fuerza que nos mantiene limpios.»

_Texto Básico, p. 30_

Algunos empezamos la recuperación con una comprensión práctica de un Poder Superior. Para muchos, sin embargo, «Dios» es una palabra problemática. Quizás dudemos de la existencia de cualquier tipo de Poder superior a nosotros. O tal vez recordemos experiencias desagradables con la religión y no queramos saber nada de «todas esas historias de Dios».

En recuperación, volver a empezar significa que también podemos empezar de nuevo con nuestra vida espiritual. Si no nos gusta lo que aprendimos de pequeños, podemos probar un enfoque diferente de nuestra espiritualidad. No hace falta que comprendamos todo de golpe ni que descubramos de inmediato la respuesta a todas las preguntas. A veces sólo basta saber que otros miembros de NA creen y que su creencia los ayuda a mantenerse limpios.

*Sólo por hoy:*

Lo único que tengo que saber ahora mismo sobre mi Poder Superior es que me ayuda a mantenerme limpio.

_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright ©️ 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_

Complementación

Nuestro concepto de Dios no proviene de un dogma, sino de lo que creemos y de lo que nos funciona.
Muchos concebimos a Dios simplemente como esa fuerza que nos mantiene limpios.
El derecho a un Dios tal como cada uno lo conciba es total y sin condiciones.
Como tenemos este derecho, si queremos crecer espiritualmente es necesario que nuestra creencia sea honesta.

Descubrimos que lo único que necesitábamos era intentarlo. Cuando nos esforzábamos y poníamos lo mejor de nosotros, el programa nos funcionaba de la misma manera que a muchos otros.
El Tercer Paso no dice: «Pusimos nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios», …
sino: «Decidimos poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, tal como lo concebimos».
Fuimos nosotros quienes tomamos la decisión; ni las drogas ni nuestra familia, ni las autoridades, ni un juez, ni un terapeuta, ni un médico …
la tomó por nosotros.
Por primera vez desde que empezamos a consumir hemos tomado una decisión por nuestra cuenta.

La palabra decisión implica acción.
Esta decisión se basa en la fe.
Únicamente tenemos que creer que el milagro que vemos en la vida de otros adictos limpios, puede sucederle a cualquier adicto que desee cambiar. Sencillamente descubrimos que existe una fuerza para el crecimiento espiritual que puede ayudarnos a ser más tolerantes, más pacientes y más útiles en el servicio a los demás. Muchos hemos a dicho: *«Toma mi voluntad y mi vida. Guíame en mi recuperación.
Enséñame a vivir».*
El alivio de «soltar las riendas y dejárselas a Dios», nos ayuda a desarrollar una vida digna de vivir.

_Texto Básico pag 30 (5ta edición en castellano)_

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