Conforme vamos aprendiendo a confiar en este Poder, empezamos a superar nuestro miedo a vivir.
Texto Básico, p. 29
Somos personas acostumbradas a jugarnos todo a una sola carta. Muchos teníamos una droga favorita. Confiábamos en ella para pasar el día y soportar la vida. Le éramos fieles; de hecho, nos encomendábamos a ella sin reservas. Después se volvió contra nosotros. Nos traicionó la única cosa de la que dependíamos, y la traición nos dejó tambaleantes.
Ahora que nos hemos encontrado con las reuniones de recuperación, puede que nos tiente la idea de depender de otro ser humano que satisfaga nuestras necesidades. Quizás esperemos que lo haga nuestro padrino madrina, nuestra pareja o nuestro mejor amigo. Pero depender de seres humano es arriesgado. Están lejos de la perfección. A lo mejor están de vacaciones, durmiendo o de mal humor cuando los necesitamos.
Nuestra dependencia debe basarse en un Poder más grande que nosotros. No hay fuerza humana que pueda devolvernos el sano juicio, ocuparse de nuestra voluntad y nuestra vida, o querernos y estar disponible incondicionalmente cuando la necesitamos. Depositamos nuestra confianza en el Dios que concebimos, porque es el único Poder que nunca nos fallará.
*Sólo por hoy:*
Depositaré mi confianza en un Poder Superior a mí, porque es el único Poder que no me defraudará.
_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright ©️ 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)_
Hablamos con los demás y los escuchamos.Vimos cómo se recuperaban y nos contaron lo que a ellos les daba resultado. Empezamos a tener evidencias de un Poder que no podía explicarse del todo. Frente a estas pruebas, comenzamos a aceptar la existencia de un Poder más grande que nosotros. Podemos utilizar este Poder mucho antes de comprenderlo.
A medida que vemos las coincidencias y los milagros que suceden en nuestra vida, la aceptación se convierte en confianza. Comenzamos a sentirnos a gusto con nuestro Poder Superior como fuente de fortaleza. Conforme vamos aprendiendo a confiar en este Poder, empezamos a superar nuestro miedo a vivir.
El proceso de llegar a creer nos devuelve el sano juicio. La fortaleza que nos impulsa a la acción proviene de esta creencia. Es necesario que aceptemos este paso para emprender el camino de la recuperación. Cuando nuestra fe haya crecido, estaremos preparados para el Tercer Paso.
Texto Básico pag 29