«La fe, recién descubierta, nos sirve de base sólida para encontrar valor en el futuro.»
_Texto Básico, p. 108_
¡Narcóticos Anónimos no es lugar para corazones débiles! Enfrentarse a la vida tal cual es sin consumir drogas no siempre es fácil. La recuperación requiere algo más que trabajo duro, exige una gran dosis de valor.
¿Pero qué es el valor? Un vistazo al diccionario nos lo dirá. Tenemos valor cuando, en lugar de retirarnos, afrontamos algo que consideramos difícil, peligroso o doloroso. Coraje significa ser valientes, tener objetivos, espíritu. ¿Qué es el valor entonces? Es una actitud, una actitud de perseverancia.
Eso es lo que de verdad necesita un adicto en recuperación: perseverancia. Nos comprometemos a seguir con nuestro programa, a no consumir, pase lo que pase. Un adicto valiente es el que no consume, de día en día, pase lo que pase.
¿Y qué nos da este valor? Una relación con un Poder Superior que nos brinda la fortaleza y el coraje para mantenernos limpios. Sabemos que mientras estemos al cuidado de nuestro Dios, tendremos la fortaleza necesaria para enfrentarnos a la vida tal cual es.
*Sólo Por Hoy:*
Tengo un Poder Superior que me cuida, pase lo que pase.
Como lo sé, hoy procuraré tener una actitud valiente.
_(Del libro de las reflexiones diarias «Solo Por Hoy» Copyright © 1995, NA World Services, Inc. All Rights Reserved)._
La honestidad rigurosa es la herramienta más importante para aprender a vivir sólo por hoy. Practicar la honestidad es difícil, pero ofrece grandes recompensas. La honestidad es el antídoto de nuestro pensamiento enfermo. La fe, recién descubierta, nos sirve como base sólida de valor para el futuro.
Lo que sabíamos de la vida antes de llegar a NA, casi nos mató. Manejar nuestra propia vida nos trajo al Programa de Narcóticos Anónimos. Llegamos a NA sabiendo muy poco sobre cómo ser felices y disfrutar de la vida. Es imposible meter una idea nueva en una mente cerrada. La receptividad nos permite oír cosas en que podrían salvarnos la vida. Nos permite ver puntos de vista opuestos y llegar a conclusiones por nuestra cuenta. Gracias a la receptividad comprendemos en profundidad cosas que se nos habían escapado durante toda la vida. Es el principio que nos permite participar en una discusión sin saltar directamente a las conclusiones ni prejuzgar lo que está bien y lo que está mal. Ya no es necesario que nos pongamos en ridículo defendiendo virtudes inexistentes. Hemos aprendido que no tenemos por qué saber todas las repuestas, ya que así nos pueden enseñar y podemos aprender a vivir una nueva vida con éxito.
La receptividad sin buena voluntad, sin embargo, no nos llevará a ninguna parte. Tenemos que estar dispuestos a hacer lo que sea necesario para recuperarnos. No sabemos cuando llegará el momento de tener que utilizar toda nuestra fuerza sólo para mantenernos limpios.
Texto Básico pag. 108