Ya no hace falta que busquemos laaprobación de los demás porque nos sentimos satisfechos de lo que somos.
_-IP N° 19, La autoaceptación, «Los Doce Pasos son la solución»_
Para muchos, necesitar la aprobación de los demás, o buscar la validación, figura casi en el primer puesto de la lista de nuestros defectos de carácter. Vivíamos con miedo constante de tomar las decisiones equivocadas y que otros se enteraran de nuestras faltas, debilidades y errores. Hacíamos todo lo posible para evitar que nos juzgaran y procurábamos activa y a veces obsesivamente que los demás nos dijeran que éramos dignos, queribles, deseables o geniales. Después de toda una vida de autodesprecio, autocompasión y de hacernos daño, ¿cómo conseguimos aceptarnos?
El autoconocimiento es la clave de la autoaceptación. Trabajar los Pasos despierta ese conocimiento. Si compartimos nuestro inventario, evaluamos nuestros defectos y nos esforzamos por no actuar en función de ellos, adquirimos una nueva perspectiva: hemos sido nosotros nuestros jueces más rigurosos y nuestros verdugos más severos, no los demás. Nos hacíamos daño con la falsa ilusión de que la aprobación de otros nos haría estar satisfechos de nosotros mismos. El vacío que sentimos no puede llenarse con la valoración de los demás. Tenemos que encontrarla dentro.
Comprender qué es lo que no funciona es un buen punto de partida. Y enseguida vemos que la autoaceptación es un trabajo interno que no consiste en pulsar un interruptor. Trabajamos duro para aceptarnos tal como somos ahora, así podemos hacer los cambios que queremos ver. Con mucho cuidado, podemos reincorporar partes de nosotros que antes rechazábamos porque no nos servían durante la adicción activa. La recuperación nos ayuda a convertir los errores en experiencias de aprendizaje, en lugar de usarlos como excusa para ridiculizarnos y dejar de intentarlo. En la medida en que seguimos haciendo nuestro inventario personal, descubrimos cómo queremos vivir nuestra vida, con quiénes queremos estar y qué nos hace felices.
La autoaceptación nos permite valorar la opinión de otra persona sin vivir esperando que nos apruebe, o, para el caso, sin someternos a su condena.
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_*Conozco mis fortalezas y mis debilidades y estoy trabajando para aceptar ambas. Los demás tienen un papel en mi vida, pero no es el de determinar mi valor.*_
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